sábado, 29 de marzo de 2014

LA META-HISTORIA: CIENCIA APASIONANTE

Plutarco De Queronea
 Autor de las Vidas Paralelas,
Obras que mayor influencia han ejercido en la formación de los grandes pensadores del mundo occidental.

LA META-HISTORIA: 
UNA CIENCIA APASIONANTE

©Giuseppe Isgró C.


 Se dice, con frecuencia, que la historia se repite. Por qué ocurre esto? Cada generación, al pasar a la dimensión espiritual, da paso a otra. Cuando, aquella, en un futuro próximo vuelve de la dimensión espiritual a la física, retoma el hilo de sus actividades exactamente donde las dejó en el ciclo de vida anterior, reproduciendo en forma exacta una realidad preexistente. Son los mismos seres con ropaje distinto, y un análogo propósito evolutivo.
 Cuando analizamos la vida de Pisistrato, Alejandro Magno, el emperador Juliano, Mahoma, Saladino y Solimán el Magnífico, observamos que estos diferentes personajes estuvieron animados por un mismo espíritu y un idéntico propósito.
Alejandro Magno conquistaba para civilizar mediante el cruce étnico y la difusión de la cultura helénica. El emperador Juliano, tenía conciencia clara de haber sido Alejandro Magno. Se dio cuenta, en el siglo IV d.n.e., del inmenso peligro que representaba el naciente movimiento gestado en el primer Concilio de Nicea y se propuso contrarrestarlo con tres generaciones de cultura clásica. Empero, en ese ciclo de vida quedó inconcluso ese objetivo.
 Pero, lo retoma en el año 570, d.n.e., cuando reencarna como Mahoma, forjando una civilización extraordinaria, y llevando a cabo un equilibrio en el mundo occidental en contra de la tergiversación histórica ensamblada en el primer Concilio de Nicea.
Allí se elevó la figura de un hombre a categoría divina; aquí, Mahoma dice: -”Hay un solo Dios, Allah, el Ser Universal; Mahoma es solamente su mensajero”-.
·       Este equilibrio en el mundo occidental sigue manteniéndolo como Saladino, en el siglo XIII y en el siglo XVI, como Solimán el Magnífico.
 ·       Homero, Solón, Platón, Plotino y Marsilio Ficino, son expresiones existenciales del mismo Espíritu.
·       Aristóteles, Apolonio de Tiana, Leonardo da Vinci y Emanuel Swedemborg, igualmente.
·       El General Tolomeo I Soter, funda el Museo y la biblioteca de Alejandría; Abderraban III, transforma a Córdoba, en la lumbre de occidente, con una biblioteca casi de análogas proporciones; Lorenzo el Magnífico, sigue la misma trayectoria en Florencia, en el Renacimiento italiano.
·       Una nueva área de conocimiento de vital importancia para la humanidad es la meta-historia. Tiene múltiples vertientes.
·       Por ejemplo, uno de los descubrimientos más sorprendentes de la investigación efectuada sobre la reencarnación es lo que se ha denominado con PHILIAS, un término que engloba, en los niños que recuerdan existencia pasadas, el arrastre de fobias, traumas, aptitudes, marcas y defectos de nacimientos, gustos y afinidades, costumbres  y tendencias, rasgos físicos y otros elementos inherentes, vinculados con existencias pasadas.
 ·       Este elemento Philias, tiene importancia en el estudio del surgimiento de las nuevas civilizaciones donde antes existían humanidades primitivas, mientras que las nuevas descuellan en mayor belleza física y elevados rasgos culturales y artísticos.
·       Allan Kardec, en el libro Génesis desarrolla hábilmente este tema y es el primero que, en el siglo XIX se percata de este hecho, si bien el término Philias es muy antiguo, como equivalente a amistad, en la acepción con que se emplea en este trabajo, fue reacuñado en el siglo XX.
·       Esto nos permite entender porque se suele afirmar que la historia se repite, y es que, al reencarnar un determinado grupo se seres, en una época determinada, van a reproducir las mismas tendencias que venían arrastrando en su último ciclo de vida, manifestándose la misma manera de pensar y el mismo cultivo sofisticado de arte, poesía, literatura, pensamiento filosófico, etcétera.
 ·       La meta-historia nos permitirá descifrar los grandes enigmas de las civilizaciones y rastrear, en el tiempo, el pensamiento de un espíritu a través de diversas personalidades. Tales son los casos de Platón, Plotino y Marsilio Ficino; Alejandro Magno, el emperador Juliano y  Mahoma. Pitágoras y Jesús de Nazareth. Plutarco y Miguel de Cervantes y Saavedra. Simón Bolívar y José Martí. Elia y Juan el Bautista. Juan Vicente González y Arturo Uslar Pietri.

lunes, 17 de marzo de 2014

LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES


LOS POETAS TAMBIÉN SE LLAMAN VATES

©Giuseppe Isgró C.


-Hidalgo, -dice Escudero-, me gustaría que comentaras el siguiente aforismo que Cervantes expresa por medio de Don Quijote:

–“..Que los poetas también se llaman vates, que quiere decir adivinos”-.

-Lo haré con gusto, Escudero, -responde Hidalgo-.

-La denominación de vates, Escudero, se refiere al don de vaticinar, de profetizar, de reflejar las tendencias que anuncian el porvenir, impartiendo las enseñanzas inherentes.

Este don premonitorio se sustenta en dos grandes facultades que poseen todos los seres, en los cuatro reinos naturales: La intuición y la inspiración. Los poetas, por su elevada sensibilidad, las tienen desarrolladas en alto grado.

Mediante la intuición, los poetas se elevan, en proyección espiritual, o desdoblamiento, perciben nuevas realidades, en mundos más avanzados que el Planeta Tierra, y las plasman en sus poemas. Esas percepciones se transforman en enseñanzas de lo que, a su vez, deberá ser desarrollado, en futuras edades, siguiendo los pasos de mundos hermanos.

He aquí la razón por la que los poetas siguen estando vigentes aún muchos milenios después de las épocas que les toca vivir, en un determinado ciclo de vida. Homero, Hesiodo, Horacio, Cervantes, Dante, Víctor Hugo, Amado Nervo, Tagore, Kipling, entre otros, son dignos ejemplos de ello. Las realidades que perciben, muchas veces, se precisan largos períodos de tiempo para desarrollarlas.

La inspiración, es otro don espiritual, -facultad-, mediante el cual un ente espiritual transmite al poeta, u otro ser, en los cuatro reinos naturales, un pensamiento, una idea, un conocimiento, por el pensamiento, que la persona cree que es suyo, pero que, realmente, es de quien lo inspira, con un fin didáctico. Esto es muy evidente, ya que, generalmente, al cesar la inspiración, el poeta deja de escribir. Cuando está inspirado escribe a vuela pluma, como si alguien le dictara, y en efectos es así, como lo reconocen incontables autores, entre ellos Amado Nervo.

Si el poeta, además de su sensibilidad perceptiva, ha desarrollado sus dotes intelectuales por el cultivo de las artes, de las ciencias y de las filosofías, una simple idea percibida por inspiración será capaz de desarrollarla con enseñanzas perdurables. Caso contrario, a lo sumo, expresará ideas cuya comprensión se le escapa. Tal era el caso de Ion, que se relata en el diálogo de Platón.

Sócrates le demostró a Ion, que la forma como electrizaba al público, con las escenificaciones de las obras homéricas, no era por el cultivo del arte, por cuyo contenido pudiese tener conciencia, o comprensión, del mensaje que transmitía, sino que lo hacía por inspiración, e imantaba a su público, al igual que lo hacía la piedra heraclea –imán-, al entrar en contacto con un metal.

El poeta, con su imaginación, -visión del Espíritu, percibe las realidades de mundos más avanzados y las transmite por medio de sus poemas. Los lectores, puestos en contacto con esa frecuencia vibratoria espiritual, se imantan, a su vez, y se proyectan, espiritualmente, a las realidades descritas por el poeta. 

A su vez perciben, por su visión espiritual, por medio de la facultad de la intuición, esas mismas realidades, u otras análogas.

Esto es debido a la ley de asociación magnética, o de atracción, mediante la cual, un orden determinando de ideas genera, automáticamente, otro equivalente, o de mayor nivel.

Es la sintonía mental compartida, que estimula la conexión con la misma fuente de inspiración del poeta, así como con las mentes de todos los seres que comparten ese nivel evolutivo, o estado de conciencia, tanto en el Planeta Tierra, como en cualquier lugar del Universo donde esté expresado.

En esto reside, fundamentalmente, la importancia de leer a los poetas, y escritores, inspirados, por cuanto transmiten percepciones de realidades más avanzadas. Y, por el efecto de resonancia magnética, tienden a crear, en el lector, los estados de ánimos equivalentes, -conciencia individual- que permiten la conexión perceptiva en forma directa, con lo que se ha denominado Grupo Mente Maestra, o Conciencia Cósmica.

Otro tipo de inspiración del poeta tiene que ver con las percepciones de elevados sentimientos análogos a los valores universales, que representan la sabiduría que rige la práctica de todas las virtudes, cuyo pedagogo es el mismo Ser Universal.

Dios se expresa en la conciencia de cada ser mediante el lenguaje de los sentimientos análogos a los valores universales, educando –en forma directa, y expresa-, a cada miembro de los cuatro reinos naturales. Esto se realiza por la ley cósmica impresa en la conciencia de todo ser; ésta es una réplica exacta de la de la Divinidad, razón por la cual la respectiva conexión es constante, y permanente.

Dios funge de guía, insuflando las inspiraciones inherentes a los valores universales, cuyos efectos son de advertencia, o coercitivos; de aliento, o de bloqueo hasta que llegue el tiempo oportuno; y de recriminación, o coactivas, si se realizan actos indebidos, hasta que se efectúen las debidas compensaciones, y se haya derivado el aprendizaje de rigor. Es una acción simultánea, en cada ser, en cada mundo del inmenso universo.

Esta es la importancia de la conexión con la Divinidad, por cualquier medio conocido: El constante recuerdo del nombre de Dios, o Dzikr; la meditación en los atributos divinos, o valores universales, la concentración, la contemplación, la relajación profunda y la programación mental, entre otros válidos.

Ser un poeta significa transformarse en un canal de la Divinidad, y en un mensajero de las más elevadas enseñanzas relativas a la Doctrina Universal, y a la verdad universal impresa en la conciencia de cada ser, por la ley cósmica, y los atributos divinos, -valores universales-, en los cuatro reinos naturales.

El poeta, es, en esencia, un Mensajero de la Divinidad, de acuerdo a los estados de conciencia, y a las estaciones respectivas, -grados-, en que se encuentra. En su propio nivel de inspiración, cada poeta es un vates, un heraldo que anuncia nuevas eras en las sendas del progreso, en el eterno retorno del ser individual al Ser Universal.


-Gracias, Hidalgo, -dice Escudero-.

sábado, 15 de marzo de 2014

PERDONAR PARA LIBERARSE



PERDONAR PARA LIBERARSE

©Giuseppe Isgró C.


Olvida la felicidad perdida; disfruta de la que aún queda; expresa, sabiamente, un aforismo del Libro de las Mutaciones, -el I Ching-.
Por qué reaccionar con violencia, si del mal recibido vendrán compensaciones y del hecho se deberán pagar sus consecuencias?
En cierta ocasión, el rey Felipe de Macedonia, fue tratado con insolencia por un miembro de la comisión griega. Al solicitarle, el público presente, que lo castigara, él contestó: -“Quien se insolenta de esa manera se demuestra inferior al ofendido y el que, pudiendo castigar, perdona, superior al ofensor”-.
Las personas que dejan de vaciarse de sentimientos afectados por la acción ajena impiden que la copa de la vida se llene de la felicidad que aún queda por disfrutar.
El poder del perdón es una ley universal poderosa que proporciona resultados. Hay que perdonar mentalmente a quienes de una u otra forma han proporcionado perjuicio, -tomando todas las precauciones para que, si te abofetearon una mejilla, de alejar lo suficiente la otra, para evitar que le ocurra lo mismo, salvo aquellos casos en que, siguiendo las enseñanzas del Maestro del Amor, Jesús de Nazareth-, poner la otra mejilla constituya la mejor lección moral que pueda impartirse, cuyo acto de valentía, y fortaleza, lleva a tomar pleno dominio de la situación. De esta manera, se permite que la Ley de Compensación actúe. (O, la humana, si tal es el caso).
Enviar pensamientos de luz, amor, amistad, perdón y comprensión a personas con mentes poco abiertas genera resultados prodigiosos a la vez que se crea un círculo protector que mantiene inmune, a la persona que los emite, de ondas mentales menos positivas.
Hay que permanecer mentalmente libre y la ley del perdón ayuda a hacerlo. La única manera de liberarse es liberando.
El acto de perdonar, independientemente de cual haya sido la falta, -como disciplina mental o filosofía de vida-, a veces cuesta aceptarlo, empero, ayuda a ver las nuevas puertas que se abren donde se cerró una. Es la ley de compensación que actúa si se deja de obstaculizar su curso.
El perdón aporta descanso, paz, tranquilidad, salud, armonía, luz, amor, abundancia de dones, felicidad y, lo más importante, permite estar en paz con la propia conciencia, juez severo e inflexible.
Aplicando el perdón, por una ley cósmica, se obliga a ser perdonado, a su vez, por cuanto, la ley de compensación actúa libremente, nivelando las situaciones de la mejor manera posible.
Por último, recuerda auto-perdonarte. Eres mejor de lo que crees!
* *

Un aforismo de Joaquín Trincado, expresa: -“Si odias, tendrá que amar”-.
La Ley Cósmica, obliga a las personas que dejan de liberarse de esos sentimientos ajenos a la armonía a nacer en el seno de la misma familia para que los lazos de la carne vayan limando las asperezas y en su lugar nazcan lazos de amor, afecto, simpatía, de hermandad, al mismo tiempo, que, sin ellas saberlo a nivel de conciencia objetiva, la ley de compensación les pone en condiciones de compensarse mutuamente las eventuales deudas kármicas existentes entre las partes.
Esa es la razón por la cual se observa en el seno de muchas familias que existe entre algunos miembros una mayor afinidad o acercamiento que en otros. En unos se han cultivado los lazos de afinidad o afecto más que en otros, empero, un cierto número de existencias de convivencia en el seno de la misma familia va fortaleciendo los afectos y la armonía.
Por lo cual, si existe alguna persona que pueda causarte desasosiego, es mejor perdonarla y dejarla en libertad –mental y espiritualmente- ya que, alentar en contra de ella pensamientos en desacuerdo con la armonía, es una manera de acercarla –y mantenerla en tu radio de acción- hasta que, por la ley del perdón mutuo –o unilateral, en primera instancia- una de las parte se libere y obliga, a la otra, a hacerlo, simultáneamente o en forma gradual, por cuanto, la más efectiva forma que existe para extinguir un fuego es dejando de echarle más leñas, carbón, gas u otro combustible, que en el caso de las personas, son pensamientos carentes de amor, tolerancia y perdón.
La ausencia del perdón constituye una forma de rehusar el pago por la compensación que se le es debida –ya que, la ley de compensación, auxiliar de la ley de justicia, obliga al pago, inexorablemente-; dejar de perdonar significa tomarse la justicia en las propias manos, lo cual es contrario a la ley cósmica, y, muchas veces, de acreedor, podría pasarse al bando de deudor, si por ese medio se ocasiona un daño mayor al recibido, hasta por la diferencia resultante en la respectiva compensación, al igual que lo contempla cualquier Código Civil.
En la ley cósmica, impera la ley de la igualdad entre las partes y todos son iguales en la ley y ante ella, por lo cual, nadie escapa de su cumplimiento; quien debe, habrá de pagar, hoy, mañana o en el momento oportuno.
Si todos conocieran esta normativa universal, cada quien se cuidaría no sólo de dejar de efectuar perjuicio alguno que tendría que pagar con sus respectivos intereses, sino que se avocaría en hacer el mayor bien posible por cuanto de ellos devengaría las respectivas compensaciones.
Otro de los aforismos enunciado por Joaquín Trincado, -ligeramente parafraseado- que constituye un principio sublime de la ley de justicia y sus respectivas auxiliares, ley de compensación e igualdad, expresa: -“Quien provocare la des-encarnación de alguien, con sus besos repondrá la vida que debe”-.
Significa que, quien debe una vida, precisa darla. Esos actos de enemistad han llevado a algunas personas a la eliminación de sus enemigos, físicamente hablando. En la siguiente existencia habrán de nacer en el sexo femenino y con sus besos repondrán la vida a su cargo. -Cuántos incurrirían en tales actos si conociesen la ley cósmica y la particularidad de que, en vez de liberarse del enemigo, lo que se están haciendo es acercarlo más por cuanto lo van a tener como hijo o hija, y recibirlo con besos y muestras de afecto?  Empero, son numerosos los casos, en los cuales, algunas madres, una vez dado a luz a su hijo o hija,  por la misma percepción espiritual o intuición de que se trata de un antiguo enemigo, le lleva a incumplir su rol. Pero, es peor para ellas, ya que tendrán que limar esas asperezas, transmutando el sentimiento de polaridad negativa en amor y reponer la vida que deben tantas veces como sea necesario, hasta saldar la deuda kármica.
Exonera, el perdón, de la respectiva compensación? Es decir, si una persona perdona a otra, la deuda existente, -quedaría sin compensación?
En línea general, toda deuda hay que pagarla. Empero, aún aquellas deudas que una de las partes pueda exonerar de su pago a otra, de forma generosa, prácticamente, nunca quedan sin compensación, por cuanto, por una parte, la misma persona favorecida, compensará con crece tal acto generoso con algún otro beneficio, como ocurre entre las personas, en la vida normal, que se rinden, recíprocamente, y en forma generosa, pequeños o grandes beneficios. Existe la ley de la reciprocidad y surgirán nuevas interrelaciones que compensar –indirectamente- el acto. La ley de la vida, compensa siempre y a veces de donde menos se espera, por cuanto, las personas tienen acreencias y deudas con diferentes personas, y entre todas ellas, las compensa, liberándolas recíprocamente, a todas  aquellas interrelacionadas. Es decir, A debe a B; C y D, deben a A, la ley de compensación compensa la acreencia de B con la deuda de A, con cargo de C y D, quedando todos ellos liberados recíprocamente y simultáneamente. Es decir, C y D pagan a B y se liberan de A, y A, se libera de B. Es una ley fantástica.
Este tipo de compensación, se presenta en la vida de una persona, como esa ayuda que se recibe, muchas veces, de donde menos se espera, y que resuelve casos a los cuales no se le veía salida alguna; empero, la ley cósmica, desde una perspectiva más amplia y universal, maneja los hilos de la interrelación de manera precisa y proporciona los resultados que mejor convengan a las partes involucradas.
La ley del perdón, realmente, no exonera el pago debido a que la ley de compensación compensa y la de justicia obliga en igualdad de condiciones para las partes; pero, en cambio, deja en libertad de acción a la ley cósmica, para que, por el mecanismo competente, compense entre las partes las acreencias con las deudas y exhorte, coercitivamente, u obligue, coactivamente, según los casos, y oportunamente, al respectivo pago.
Esa compensación se efectúa automáticamente, como si se tratara de una hoja de cálculo electrónica, arrojando el saldo restante, en la suma existencial, como el saldo de una cuenta bancaria.
Por eso, el perdón aporta una liberación propia y ajena y deja en libertad a la ley cósmica para que actúe en consecuencia y oportunamente, en beneficio de las partes involucradas.
Ahora bien, existen situaciones del actual ciclo de vida que precisan el ejercicio del perdón para liberarse, bien sea que tengamos que pedirlo como darlo.
Hay que afrontar con valentía todos esos casos en los cuales sea preciso pedir perdón, visitando a las personas pertinentes y expresarle, con sinceridad, las disculpas por cualquier acción que lo requiera.
Decirle con franqueza algo así: -“Sr., o sra., fulano o fulana de tal, hay algo que me ha tenido preocupado –o preocupada-, y es que, en aquella oportunidad cometí un error al actuar de tal o cual manera, y me gustaría pedirle disculpas por mi conducta y compensarle, de alguna manera, por el perjuicio que le he ocasionado”.
Generalmente, reconocer las propias faltas genera en la persona hacia quien se efectúa tal acto, una muestra de simpatía, quien suele decir: -“Oh, no es nada, no te preocupes”-. En línea general vuelve a reestablecer la armonía entre las partes o por lo menos la buena voluntad y cesará la recriminación mental que, siempre constituye un elemento poco favorable, al margen de que, en muchos casos, la persona descontenta suele dañar la reputación de la persona que ha cometido la falta al expresar comentarios pocos favorables.
En aquellos casos en que, por cualquier circunstancias sea imposible pedir el perdón por vía personal, se recomienda hacerlo mentalmente. Tiene efectos positivos, también.
De igual manera, en forma presencial o mentalmente, es preciso que otorgues el perdón a todas aquellas personas que lo requieran, como una forma de auto-liberación, con lo cual, dejas en libertad, como fue  dicho, a la ley de compensación, para efectuar el balance respectivo. Tiene efectos positivos, por cuanto se interrumpe una actitud mental negativo por otra positiva y es como prender la luz, con lo cual se ilumina el propio estado de conciencia y las nuevas imágenes positivas atraen elementos análogos a partir de entonces.
Hay acreencias y deudas que corresponden a ciclos de vidas anteriores que constituyen los aspectos denominados como karma, positivo, cuando se trata de acreencias; negativo cuando se trata de deudas. Las interrelaciones entre las personas que presentan esas relaciones de acreencias-deudas kármicas, genera unos estados de inquietud espiritual, estados depresivos en general y en diversa intensidad, que, la mayoría de las veces, corresponden a causas originadas en vidas anteriores y que, en el estado de conciencia objetivo actual, es imposible conocer a quien o a quienes pedir perdón o perdonar; por supuesto, el propio plan de vida, en el presente ciclo existencial, contempla los casos que deben ser compensados como misión de vida y liberarse de dichas deudas, bien sea pagando o cobrando, por cuanto, en ambos casos mientras no se pague o cobre, cada una de las partes se mantiene atada a la otra. Hay que liberarse cuanto antes y al costo pertinente.
Qué hacer en esos casos? Simplemente, pedir perdón, mentalmente, a toda persona que, en cualquier tiempo pasado haya resultado con algún perjuicio de parte nuestra y ofrecer que, de acuerdo a la ley cósmica y en las condiciones que ella condicione y en la medida de las propias fuerzas y recursos, se le pagará, a todo ser a quien se le deba, -lo que sea y en la magnitud respectiva-, oportunamente, se le pagará todo lo que se le deba, de acuerdo al orden y prioridad, respectivamente.
Ese perdón y ofrecimiento de pago, proporciona una liberación inmediata y deja en libertad a la ley cósmica de compensar, reciproca y oportunamente, las respectivas acreencias y deudas y pagar la diferencia, quien la deba, en armonía con todos.
Se debe ofrecer, mentalmente, el perdón a todo ser que lo precise, sin limitación alguna y ofrecer la disposición de recibir el respectivo pago –y/o compensación-, de acuerdo a la ley cósmica y en armonía con todos.
Ese tipo de actitud, la de solicitar el perdón y la de otorgarlo, más la de ofrecer pagar y aceptar el pago, y la de colocarse en el ámbito de la ley cósmica, facilita que las fuerzas protectoras del universo cooperen para reestablecer la armonía entre las partes.
Empero, hay pruebas que, habiendo elegido la persona para experimentar las mismas situaciones que hizo pasar a otra u otras, seguirán su libre curso; pero, muchas veces, ocurre que, quien resultó afectado o afectada, se presta a cooperar para ayudar al deudor a superarla con éxito, naciendo, con tal acción, una verdadera relación afectiva, restauradora del orden y la armonía entre las partes involucradas.
La ley cósmica respeta el libre albedrío, empero, las partes están sometidas al efecto de la ley que se cumple o deja de cumplir, asumiendo las respectivas consecuencias o disfrutando de los beneficios equivalente.
El ejercicio del perdón es esencial para liberarse y dejar a la ley cósmica en libertad para que lleve a cabo las respectivas compensaciones entre las partes, en forma equitativa y justa.
Es importante destacar una de las mayores ventajas del perdón, la cual consiste en que, conservar, en la mente, determinada clase de resentimientos, por las razones que sean, justificadas o no, conlleva a mantener, en la mente, imágenes análogas que fungen de imán que ejercen fuerza de atracción de situaciones semejante –lo semejante atrae a lo semejante- y repelen lo contrario, lo cual equivale decir, que, de no liberarse de la carga emotiva que representan, serán un serio obstáculo a la armonía interior, en detrimento de la propia salud física, mental y emocional, y de la energía vital, pero, lo más importante, esas imágenes seguirán creando situaciones semejantes que mantienen, a la persona, dentro de un círculo del cual es deseable salir.
Por lo cual, buscando la auto-liberación y el propio bienestar, es muy ventajoso perdonar bajo todos los puntos de  vista posibles, lo cual constituye un escudo protector muy poderoso y se podrá conservan la serenidad, la calma imperturbable y la impasibilidad frente a todas las circunstancias, y sobre todo, reflejar en la cara la alegría de vivir, con lo cual se produce la sintonía con las cosas buenas y positivas de la vida y se atraerán cosas análogas, yendo todo cada día mejor y mejor.
Es preciso perdonar hasta por el sano orgullo de estar por encima de las circunstancias –sea cuales fueren- para conservar el dominio de las situaciones y permanecer en el camino, sin desviaciones ni demoras, que habrá de conducir a la gran meta en sus múltiples e infinitas escalas, en la espiral evolutiva.
El perdón ayuda a mantener la fuerza vital inalterable, el sistema inmunológico cumple sus funciones protectoras de manera perfecta y la salud física, mental y espiritual conservará su perfecto equilibrio y, podrás disfrutar de la felicidad que la vida te tiene reservada en el eterno presente, aquí y ahora.
Perdona y grandes ventajas llegarán pronto a tu vida, comenzando el proceso en el mismo instante de tomar la decisión de otorgar el perdón, o de pedirlo.
Adelante.






LA ACEPTACIÓN Y LA GRATITUD


LA ACEPTACIÓN Y LA GRATITUD

©GIUSEPPE ISGRÓ C.



 Afirma, durante veintidós días seguidos, en la noche antes de dormir o en la mañana, al levantarte, luego, cada vez que lo desees:


1.           Acepto la  provisión cósmica de hoy, en todas las áreas de mi vida, en todos los niveles físicos, anímicos, mentales, energéticos, afectivos, espirituales, y en cualesquiera otras dimensiones u esferas mentales adecuadas en que sea necesario y lo requieran, la cual recibo oportunamente, en el aquí y ahora. Doy las gracias por la provisión divina de hoy.

2.           Acepto la sabiduría y la prudencia  necesaria y suficiente para el día de hoy para atender, resolver y realizar todas las cosas u objetivos que son prioridades para esta jornada, en todos los niveles y esferas de acción, realidades y necesidades. Hecho está. Doy las gracias por la sabiduría y prudencia de hoy.

3.           Acepto el amor como fuente de poder supremo que alimenta mi capacidad de dar más y mejor afecto, comprensión, aprecio, amistad, servicio efectivo y generoso y recibir en igual grado la respectiva reciprocidad de acuerdo a la ley de compensación cósmica. Doy las gracias por el amor divino de hoy.

4.           Acepto la luz que ilumina mi espíritu, aclara mi mente y resplandece en todos mis caminos, hoy, para ver con claridad las prioridades que debo atender y la mejor manera de hacerlo, en el momento oportuno, con la prestancia necesaria y la potencia suficiente para lograr los resultados óptimos requeridos. Doy las gracias por la luz divina de hoy.

5.           Acepto la vida perfecta que hay en mí, hoy, en el eterno presente, con pleno equilibro en todos sus grados y formas de manifestación. Doy gracias por la vida perfecta en mí, aquí y ahora, en el eterno presente, con pleno equilibrio en todas fases, niveles y grados de manifestaciones.

6.           Acepto el poder creador que hay en mí alimentado por el poder creador que hoy me proporciona la potencia suficiente para crear o realizar  los resultados y soluciones adecuados para este día y sembrar las semillas suficientes para cosechar los frutos adecuados y suficientes, siempre, en el eterno presente. Doy gracias por el poder creador en mí.

7.           Acepto la fortaleza para afrontar con objetividad, realismo, confianza y determinación de triunfar todas las cosas y objetivos de este día. Doy gracias por la fortaleza perfecta que hay en mí.

8.           Acepto la justicia universal para, con equidad, compensar mi vida pagando la cuota diaria de lo que debo a la vida, al planeta tierra, al universo, a Dios, a las leyes cósmicas, a la humanidad del planeta Tierra y de otros mundos donde haya vivido o me corresponde vivir, con todas las personas con quien tenga deudas kármicas y a la vez recibir la cuota de compensación que me es debida de cualesquiera fuentes y en cualquier nivel, esfera o lugar del universo y la recibo aquí y ahora, oportunamente. Doy gracias por la justicia universal que actúa en mí.

9.           Acepto la compensación que recíprocamente corresponda en cada caso, oportunamente. Doy gracias por la compensación oportuna que recibo hoy, y por la que aporto, oportunamente, para vivir en perfecto equilibrio.

10.        Acepto el perdón de Dios y de todos los seres o expresiones de vida de quienes, por cualesquiera motivos o causa, requiero ser perdonado, aquí y ahora. Acepto perdonar a todos los seres o expresiones de vida, por cualesquiera motivos o causa, debo perdonar o precisan ser perdonados por mí; dejando a salvo las respectivas compensaciones que correspondan de acuerdo a la ley divina, las cuales acepto pagar en lo que corresponda para saldar mis deudas kármicas y cobrar lo que corresponda, de acuerdo a la ley de compensación para tener la suficiente provisión para a mi vez cumplir con mis obligaciones y compensar lo que debo. Acepto que la vida compense mi balanza de pago de la manera correcta y armoniosa que, en cada caso y en el total de la suma existencial, corresponda  aquí y ahora y acepto dejarme guiar por la sabiduría divina, y por todas las leyes universales, de aquí en adelante, para mantener un perfecto equilibrio en mi vida, libre de deudas kármicas. Doy gracias por el perdón divino y por el perdón de todos los seres y expresiones de vida de quienes corresponda recibirlo, u otorgarlo, oportunamente.

11.        Acepto la belleza en todos sus niveles de manifestación, en mi vida, acciones y obras y desarrollo hoy todo lo que es preciso para cultivar la belleza correspondiente al día de hoy. Doy gracias por la belleza perfecta expresada en mí, ahora.

12.        Acepto la bondad, la generosidad, el afecto, la amistad, el aprecio, el estímulo, el aliento y cualesquiera otras manifestaciones de apoyo de la fuente universal, espiritual, personal o de cualquier parte de donde provenga y doy gracias por ello.

13.        Acepto el trabajo perfecto de este día y doy gracias por el trabajo perfecto de hoy.

14.        Acepto el resultado positivo de mis inversiones hoy y doy gracias por ello.

15.        Acepto los pensamientos de prosperidad, abundancia y riqueza integral hoy y doy gracias por la prosperidad, la abundancia y riqueza integral en el eterno presente, ahora.

16.        Acepto el país en el que vivo hoy, tal como es, a su gente, tal como es y todas las situaciones que vivo, tales como son y contribuyo, hoy, a mejorar todo lo que puedo, empezando por mejorarme a mi mismo; acepto darle  lo mejor de mí y acepto recibir todo lo que puede darme. Acepto pagar todo lo que le debo y cobrarle todo lo que me debe, para que exista una perfecta compensación entre este país y yo y liberarme de deudas kármicas respecto a él y yo liberarlo de deudas kármicas respecto a mí, todo en perfecta concordancias con las leyes cósmicas, en cada caso particular. Doy gracias al país en que vivo.

17.        Acepto efectuar el estudio que corresponde al día de hoy y enseñar lo que es preciso, donde sea necesario. Acepto escribir la parte que corresponda a mi programa, para hoy y hacerlo en la forma más perfecta posible. Doy gracias por ello.

18.        Acepto la tolerancia universal y humana para el día de hoy, en los límites justos y adecuados en cada caso; acepto ser tolerante con todos, en igual grado. Doy gracias por la tolerancia perfecta.

19.        Acepto todas las cosas que poseo, tales como son y acepto darle el mejor uso posible para optimizar su aprovechamiento tanto para la humanidad como para mi familia y para mí. Doy gracias por todas las cosas que poseo.

20.        Acepto la familia de la cual formo parte, tal como es y acepto darle lo mejor de mí y recibir lo mejor que ella está dispuesta a ofrecerme. Doy gracias por la familia que poseo.

21.        Acepto el trabajo que la vida tiene para mí, hoy. Doy gracias por el trabajo perfecto que la vida tiene hoy para mí.

22.        Acepto la felicidad, alegría y dicha que la vida me ofrece hoy. Doy gracias por la felicidad, alegría y dicha de hoy.

23.        Me acepto tal como soy; acepto realizar los cambios que debo llevar a cabo para perfeccionarme de acuerdo al ideal cósmico y a los valores universales y virtudes inherentes. Doy gracias por ser quien soy, como soy, y como me manifiesto en el eterno presente, cada día mejor.

24.        Acepto trabajar por el bien de la humanidad. hoy, en el lugar, en la tarea y en los objetivos universales que el Creador tiene previsto, para mí, en sus planes cósmicos.Doy gracias por la oportunidad de servicio a la humanidad, hoy.

25.        Acepto acrecentar, cada día más y mejor mis reservas económicas y de cualquier otra índole precisada. Cada día la riqueza integral, la abundancia y la prosperidad fluyen en mí y las utilizo con sabiduría y prudencia, fortaleza, templanza, justicia y equidad.  Doy gracias, al Creador, por el incremento de mi riqueza integral, hoy. Hecho está.



JAMÁS DARSE POR VENCIDO


JAMÁS DARSE POR VENCIDO

©GIUSEPPE ISGRÓ C.


Se requiere un esfuerzo sostenido para mantener el equilibrio vital en la vida.
Las circunstancias diarias, para sacar el diario sustento, en el nivel de necesidades básicas, constituyen pruebas que calibran la propia tenacidad y resistencia. Empero, los niveles de necesidades alcanzan rangos más exigentes, aún, pero motivan todas las realizaciones humanas y le dan sentido a la vida.
Es necesario poseer la tenacidad de una hormiga para persistir, pese a lo poco favorable de la perspectiva en curso; y, también, la resistencia férrea de los antiguos íberos, para no abandonar a mitad de camino, y soportar cualquier eventual adversidad, en la ejecución de la acción, hasta obtener el beneficio equivalente, o mayor, que sea factible, en cada caso.
La voluntad es el motor; la actitud es la que determina el triunfo, o su ausencia; la imaginación, como visión del espíritu, es la que abre el mejor cauce, que luego sigue, dócilmente la voluntad, hasta alcanzar los resultados apetecidos. La aptitud, es la que marca la diferencia entre una obra normal y la del genio. La intuición permite abrir caminos inexplorados y la inspiración le insufla el hálito divino que sublimiza toda obra humana.
El ánimo contento permite disfrutar el viaje de la vida, sin quejas, denotando autodominio, serenidad, comprensión de los valores universales, fortaleza y la conducción de una vida virtuosa y sosegada. La honradez y la sinceridad, permiten que el sentido de la justicia guíe, y oriente, todas las acciones humanas, y así vivir en perfecta armonía, con la conciencia en paz. La paz de la conciencia es un bien inestimable y se refleja en la serena faz del ser justo y perfecto en las intenciones, por el libre albedrío, ya que perfecto emanó a la conciencia de la vida a partir de la Divinidad.
No existen atajos en la vida; es preciso recorrer el camino paso a paso, siempre en sentido de la meta y todo el tiempo necesario, emulando a la naturaleza que para obtener cada fruto precisa un tiempo determinado, según su valía.
Cuando se introduce un clavo en la pared, hay que martillar con persistencia pese a la resistencia que ésta pueda anteponer. Llega el momento en el cual un solo golpe, termina por introducirlo, fácilmente, y sin esfuerzo alguno.
Jamás hay que darse por vencido frente a ningún obstáculo o resistencia; es preciso volver una y otra vez a la acción firme y sostenida. Cuantas veces sea requerido, es preciso persistir, sin abandonar, hasta transmutar la situación “aparentemente” adversa, en ventajosa. Son las pruebas de la vida la que rinden más interesante el arte de vivir, para desarrollar la inteligencia y optimizar los resultados, con mérito propio.
Cuando alguien se niega en abandonar al ponerse las cosas menos fáciles, es el instante en que se activan los poderes creadores de la mente, y comienzan a surgir las coincidencias favorables al fin propuesto.
Cuando el juego de la vida se vuelve más exigente, únicamente los mejores jugadores permanecen en el mismo. Es un mecanismo de selección natural en el ascenso evolutivo. Empero, todos están obligados a avanzar de acuerdo a los propios estados de conciencia.
Esto ocurre en el mercado, en cualquier tipo de actividad. Las oscilaciones cíclicas de la economía, de la historia, de la sociedad, presentan fases de expansión y de contracción, de recuperación y de recesión. Son las estaciones cíclicas de la vida, equiparables a las de la naturaleza: primavera, verano, otoño e invierno. Cada uno cumple su cometido en el logro del equilibrio esencial.
La acción es acorde a las propias fuerzas, ya que la vida jamás antepone pruebas que superen el propio potencial. Mientras más exigentes sean las pruebas de la vida, en equivalente grado emana el poder potencialmente infinito que se anida en el interior, y el conocimiento intuitivo e inspirativo que permite conocer el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el quién, el cuánto y el por qué.
Los objetivos esenciales deben anteponerse por escrito, en su estricto orden prioritario. Luego se planea su ejecución en el espacio y en el tiempo. Empero, acto seguido es preciso ponerse en camino, dando el primer paso. Después, dar los siguientes hasta culminar cada etapa, ad infinitum.
Con el timón fijo en dirección del puerto seguro, hay que anticipar las tempestades y ponerse a resguardo, tomando las debidas precauciones.
Los escollos deben ser sorteados y seguir adelante, una y otra vez. Oportunamente, la provisión de recursos precisados se presenta de donde menos se espera, o piensa. Hay que ir por ella. Solo los que llegan a la meta se reparten los beneficios. Aunque, todo el camino está repleto de frutos que se van saboreando en su recorrido, además de la gratificación de la experiencia.
El camino que conduce a nuestra meta, que es parte del camino de retorno a la Divinidad, y que nos separa del lugar en el que nos encontramos, es preciso recorrerlo antes o después. Es la misma Divinidad la que guía los propios pasos, de manera imperceptible, pero segura.
Mientras más exigente sea dicho camino, de mayor envergadura será el desarrollo de las propias aptitudes y más dulces los frutos saboreados. El Gran Pedagogo Universal es el gran conductor, pastor de hombres y de cada ente en los cuatros reinos naturales.
Adelante.