EL MAHATMA GANDHI
©GIUSEPPE
ISGRÓ C.
Puerto La
Cruz, 31-01-1982.
Mohandas
Karamchand Gandhi, nació el 02 de octubre de 1869 en la ciudad de Porbandor, en
la India. Su desencarnación ocurrió el 30-01-1948, en Nueva Delhi, luego de un
atentado. Su padre, al igual que muchos
otros de similar posición, le envió a Inglaterra para estudiar Derecho.
De regreso a
la Patria, ya graduado, ejerció, por breve tiempo, en Bombay, en Kathiawar y en
la Colonia Hindú de Sudáfrica. En esta última, combatió la opresión de que eran
objeto sus compatriotas. Posteriormente regresa a la India, donde por un
determinado lapso mantiene su lealtad a la Corona Inglesa. Sin duda alguna, el contacto con Dadabhai, -estadista,
filósofo y hombre de Estado-, ejerció profunda influencia en Gandhi, tanto en
las ideas separatistas como en en
ahimsá, o doctrina de la “no violencia”. En 1920. Gandhi inicia un movimiento
independentista, del cual es su máximo líder, mediante el cual desarrolló una
campaña de desobediencia pasiva, probablemente influido, también, por las
lecturas de H. D. Thoreau, al respecto. Empero, su idea estaba muy lejos de
querer desencadenar una revolución, la cual le habría resultado fácil a los
ingleses dominar; además, recordemos que los elevados sentimientos morales y
espirituales de Gandhi les hacían
contrario al empleo de todas clases de violencia.
Ganhi se
había forjado dos objetivos claros, definidos y firmes:
1. El primero, de carácter político,
era lograr la Independencia de su patria.
2. El segundo, de orden social, tenía
por objeto elevar el nivel de vida de las clases oprimidas.
La doctrina del ahimsá, asumida por
Gandhi, profesa la practica de la benevolencia, la cual prohíbe matar o herir
cualquier clase de seres vivos, a la vez que exige conducirse con sinceridad y
la renuncia a los bienes del mundo. Estos ideales, en general, estaban
profundamente arraigados en el alma hindú. Después de analizar las
circunstancias que afrontaba, Gandhi se da cuenta que los 350 millones de
hindúes –de la época- eran gobernados
por 100.000 británicos, gracias a la estrecha colaboración entre gobernantes y
gobernados.
Concibió,
entonces, la idea de que la India sería capaz de vencer el poder británico
renunciando a colaborar, mediante la resistencia pasiva, con la desobediencia civil. Los hindúes no
deberían hacer nada que ayudase a la administración inglesa, es decir: dejar de
pagar los impuestos, y sabotear las mercancías británicas. El hindú que fuese
arrestado por estos motivos debía descontar la pena sin oponer resistencia o
protestas. Estimaba que con esto frenaría desde el interno toda la
administración y la vida social de la India.
Para
alcanzar este objetivo era precisa una profunda disciplina, individual y colectiva.
Gandhi ensayó tácticas de huelga de hambre que tuvieron sus efectos positivos,
logrando que los británicos le hicieran numerosas concesiones, hasta alcanzar
la emancipación de La India del dominio británico.
El término
con que se designa a Gandhi, Mahatma, significa Alma Grande; pero, recordemos
que su humildad le hacía rechazar la misma. Él, personalmente, jamás usó dicha
denominación. Gandhi practicó la doctrina de la no violencia, el Ahimsa, hasta
tal grado que es fácil imaginar la tremenda fuerza del poder del perdón
ejercido por él que en el momento mismo del ataque que produjera su
desencarnación pronunció la palabra Ahimsa, es decir, no violencia, con lo cual
perdonaba a su atacante.
La Doctrina
Universal sostiene que personalidades como Gandhi, con su fuerza espiritual,
pueden mantener el equilibrio pacificador del mundo; estimular la evolución de
la humanidad, así como levantar el nivel de la vida y trabajar en pro de la
preparación de un mundo mejor.
Gandhi
practicaba un día semanal de silencio: el lunes. Cuando alguien le visitaba,
durante ese día, se comunicaba con él mediante notas escritas. El refiere que
al principio lo instituyó para estar solo consigo mismo, así poder revisar su
correspondencia, ordenar sus ideas, meditar, etcétera, pero que, luego, se
convirtió en una verdadera necesidad espiritual por el efecto benéfico que
dicho período de silencio le producía, el cual, invariablemente, concluía a las
ocho de la noche.
Gandhi, ha
estudiado a fondo todas las corrientes de pensamiento, por ejemplo: el
jainismo, que postula el camino del amor como el mejor para llegar a Dios;
además, siendo una doctrina de igual o mayor antigüedad que los Vedas, es una
de las primeras, en la humanidad, en abordar la virtud del recto camino, la
practica de la justicia y la equidad. 2) Los Vedas y Las leyes de Manú, el
Mahabaratha, el Ramayana, -el de Valmiki y el de Tulsidas-, el budismo zen y el
noble sendero óctuple, los aforismos de Patanjali, el Taoismo, el Zend Avesta,
de Zoroastro, los Versos de Oro, de Pitágoras, conoce las obras de Platón, de
Plutarco, de Plotino, la Doctrina de Jesús de Nazareth, el Coran y el Jardín de
los Justos, de Mahoma, los grandes maestros del sufismo: Al Hallak, Al Gazzali,
Ibn Arabi, Rumi y Kabir. Tolstoy, Wiltman, Emersón, Thoreau, Ruskin y Mazzini,
entre otros, ejercen profunda influencia sobre él, constituyendo, de manera
especial, su principal fuente sobre la doctrina de la no violencia.
Recordemos
que Gandhi fue iniciado en el Kriya Yoga, por Parahamansa Yogananda, -espiritualidad
directa, sin intermediarios, centrada en el Creador Universal, cuyo pilar
fundamental es Babaji. Constituye la fuente más avanzada de espiritualidad, de
inspiración, sabiduría y poder y sin duda alguna aquí es donde reside el
secreto del inmenso poder e influencia que ejercía -y canalizaba- Gandhi. Él explica su doctrina de la siguiente
manera: -“Creo que la Biblia, el Corán, el Zend Avesta, han sido inspirados
como los Vedas. Creo en la institución de los gurús; pero en esta época
millones deben marchar sin un gurú, porque es muy raro encontrar una
combinación de perfecta pureza y perfecta instrucción. Pero no se debe perder
la esperanza de llegar a conocer la verdad de la propia espiritualidad, porque los fundadores del hinduismo, como los de
cualquier otra espiritualidad, son inmutables y fáciles de comprender”-.
“Yo creo,
dice Gandhi, como todo hindú, en Dios y su UNIDAD, en el renacimiento y la
salvación…me es tan difícil describir mis sentimientos por el hinduismo como
los que tengo por mi propia esposa. Ella me emociona como ninguna otra mujer
del mundo. No es que ella no tenga faltas; osaría decir que tiene más de la que
veo, pero el sentimiento de un lazo indisoluble está allí. En igual forma, mis
sentimientos están con el hinduismo, con todas sus faltas y limitaciones. Nada
me encanta más que la música del Gita o del Ramayana de Tulsidas”-.
Gandhi solía
decir que en sus momentos menos fáciles, la lectura y meditación del Bagavad
Gita, -el sexto capítulo del Mahabaratha-,
constituía la fuente de su solaz.
Gandhi es el
único entre los grandes líderes que ha ofrecido su movimiento de la
no.violencia como alternativa al poder armado. Es importante destacar que el
mismo Gandhi, en forma práctica y con el ejemplo, demostró la efectividad de la
doctrina del Ahimsa, como el mejor camino para deshacer agravios y remover
injusticias, cuantas veces se emplee. Un ejemplo digno de ser emulados por los
actuales líderes del planeta a la hora de resolver conflictos que eviten
guerras innecesarias e ineficaces para el sostenimiento de la paz en el
planeta.
Gandhi,
explica la doctrina del Ahimsa, de la siguiente manera: -“He comprobado que la
vida persiste en medio de la destrucción. Únicamente bajo esa ley ordenada, la
sociedad puede ser inteligible y la vida digna de vivirse. Si esa es la ley de
la vida, debemos ponerla en práctica en nuestra vida diaria. Dondequiera que
haya guerra, dondequiera que nos enfrentemos a un oponente, debemos
conquistarlo por el amor. He encontrado que esta ley del amor ha respondido
en mi propia vida como no lo habría hecho la ley de la destrucción”-.
“En la
India, -continua diciendo Gandhi-, hemos tenido una demostración ocular de la
operación de esta ley en la más amplia escala posible. Yo no pretendo que la
doctrina de la no-violencia haya penetrado en los trescientos sesenta millones
de habitantes de la India, pero sí estoy seguro de que ha penetrado más
profundamente que cualquier otra doctrina en un tiempo increíblemente corto. Se
necesita un metódico y tenaz entrenamiento para alcanzar el estado mental de la
no-violencia. Es una vida disciplinada, como la vida de un soldado. El estado
perfecto se alcanza únicamente cuando la mente, el cuerpo y la palabra se
encuentran en la armonía adecuada. Todo problema encontrará su solución si
decidiésemos convertir la ley de la verdad y la no-violencia en la ley de la
vida”-.
Paramahansa
Yogananda, en su extraordinaria obra Autobiografía de un Yogui, refiriéndose a
Gandhi, dice lo siguiente: -“Gandhi ha ganado ya por medio de la no-violencia
mayor número de concesiones políticas para su tierra que las de cualquier otro
líder de ningún país con el auxilio de las balas. Los métodos de la
no-violencia para borrar la injusticia y el mal han sido estrictamente
aplicados no solamente en el área de la política sino en el delicado y
complicado campo de la reforma social de la India. Gandhi, y sus seguidores,
han removido muchos arcaicos feudos entre hindúes y mahometanos, cientos de
miles de musulmanes miran al mahatma como a su líder”-.
Los votos
del Satyagraha, que han hecho todos los fieles seguidores del mahatma Gandhi,
son once; ellos son:
1. No-violencia.
2. Veracidad.
3. No robar.
4. Celibato. (Gandhi usaba el sexo sólo
para la procreación).
5. No posesión.
6. Trabajo corporal.
7. Control de paladar.
8. Intrepidez.
9. Igual respeto para todas las
corrientes espirituales.
10.
Swadeshi, es decir, el uso de manufacturas
caseras.
11.
Libertad
de los intocables.
Estos once
votos deben ser cumplidos con espíritu de humildad.
Gandhi, en
cierta ocasión, dijo: -“Yo estoy luchando nada menos que por la paz del mundo.
Si el movimiento de la India tiene éxito sobre las bases de la no-violencia
–Satyagraha-, dará un nuevo significado al patriotismo; y aún diría, con toda
humildad, que a la vida misma”-.
El mensaje
de Gandhi, sobre la no-violencia, continúa teniendo cada vez más actualidad y
así como mayor comprensión y vigencia en el desarrollo del mundo con el cual
soñamos. Meditemos, pues, sobre la importancia que para nosotros, líderes: -masones, espiritas, rosacruces, teósofos,
martinistas, yoghis, sufies, taoistas, budistas zen, filósofos, científicos,
gerentes, políticos, pedagogos, profesionales de cualquier área, etcétera-
tiene para el mundo en que vivimos, y para nosotros mismos, este poderoso
principio del amor, manifestado en el antedicho de la no-violencia.
¡Mahatma
Gandhi, nosotros, con admiración y amor, te saludamos. Que tu mensaje y ejemplo
nos inspiren para nuestro auto-desarrollo, perfeccionamiento personal y
cumplimiento de la propia misión de vida, para así lograr una humanidad mejor!
¡Salve,
Gandhi!.
Este
breve mensaje fue expuesto en la Resp.: Logia Luz del Caribe Nº 44, de Puerto
La Cruz, Venezuela, el día 03 de febrero de 1982, en funciones de Orador
Fiscal.
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