LOS
GUARDIANES CÓSMICOS
©GIUSEPPE
ISGRÓ C.
Puerto
La Cruz, Venezuela: 1990.
Existe un
mecanismo de custodia en el cumplimiento de la ley de acción-reacción, a cuyos
efectos están sometidos los seres humanos, conjuntamente con todos los
integrantes de los tres reinos naturales.
Una sabia
ley expresa: -“Con la misma fuerza con que se tira una pelota a la pared, ésta
rebota a quien la lanzó”.
El Universo
está regido por la ley de afinidad, entre otras, la cual rige el sistema y el
orden universales. Se manifiesta el equilibrio de las fuerzas en juego por
medio de la ley de acción-reacción, es decir: causa y efecto, en armonía con el
balance de la ley de justicia, la ley de igualdad y la ley de compensación.
Cada cosa está en el lugar que le corresponde, cumpliendo una función
específica que los “guardianes del mundo” supervisan. Todo está sometido a su
control y vigilancia.
En este
orden de cosas, las fuerzas del bien predominan siempre buscando el equilibrio
vital. Se controla el mal con el bien y la oscuridad con la luz.
La
inteligencia Cósmica es la fuente reguladora de todo bien, por medio de los
parámetros de los valores universales, rigiendo el camino del progreso, de la
sabiduría, la perfección ascendente, donde, aún cuando el ser humano dispone
del libre albedrío, realmente alcanza la auténtica libertad sólo cuando
armoniza con las leyes universales, viviendo, como decían los estoicos de
acuerdo con la naturaleza. Al desviarse del libre curso natural, su avance
encuentra obstáculos que le antepone “los guardianes cósmicos”. Pese a que
existe un mecanismo tipo ordenador
universal regido por las leyes antes mencionadas de afinidad, justicia,
igualdad y compensación, entre otras, conjuntamente con la ley de atracción que
acciona en base al saldo de la suma existencial, que otorga un poder análogo al
saldo en el balance de vida, en un momento dado, que ubica y reubica,
automáticamente, a cada ser, en el orden que le corresponde, los guardianes
cósmicos ejercen una labor, además de vigilancia, de asistencia espiritual, de
protección y guía inspirativa, -fuerza de empuje o de bloqueo-, que a la vez,
cumple un rol pedagógico.
Los
guardianes cósmicos supervisan el universo y cada planeta de turno en donde a
cada quien le toque vivir, en un momento dado. Cada nación, ciudad, pueblo,
grupo, familia, individuo, etcétera, los tiene, bien sea que hay sido elegidos
por méritos propios por los regidores universales o por afinidad, deber,
justicia, o cualesquiera otras causas. Constituyen una especie de guías
espirituales a cuyo cargo reposa la vigilancia del bien universal. Desde la más
remota antigüedad se ha reconocido su existencia y quien sabe ver, ve su
inherencia en muchos aspectos de la vida diaria, que se presentan como coincidencias, aparentes casualidades,
etcétera.
El ser
humano es poseedor de esa “vocecita” interior que le indica lo que es prudente
realizar. Por medio de la inspiración, los guías espirituales comunican por el
pensamiento las ideas directrices necesarias a la persona que las recibe para
orientar o reorientar su acción. Esa inspiración tiene una vertiente
psico-cinética, mediante la fuerza de bloqueo, que inhibe la acción hasta el
momento oportuno, que coincida con el sincronismo –engranaje- cósmico, y la
fuerza de empuje, que impele a la acción, para llegar al lugar correcto, en el
momento adecuado haciendo la cosa pertinente, apareciendo el resultado como una
simple coincidencia, empero, es pura “causalidad”. El Creador Universal, como
manifestación de la Ley Cósmica, se expresa, también, en una efectiva acción
pedagógica, en la conciencia por medio de los sentimientos correspondientes a
los valores universales inherentes a las lecciones precisadas por la persona en
particular.
La
conciencia, inexorablemente, deja oír su voz de aprobación o reprobación, como
un sentimiento de lo justo o de lo injusto. La persona sabe si lo que ha hecho
está bien o no, sin que nadie se lo diga. Es una percepción por medio de la
conciencia. La tranquilidad interior vale por todos los tesoros apetecibles. La
ley moral que en ella rige se impone como fuerza estabilizadora del equilibrio,
del orden y de la armonía cósmica.
Los
regidores del orden universal, a través de las inmutables leyes del amor, de la
afinidad, de la justicia, de la igualdad –en la ley y ante ella-, la de
compensación, de la paz interior y de la atracción y repulsión, -donde lo semejante atrae a lo semejante y
repele lo contrario, automáticamente-, estimulan al ser armónico, a quien
usan como canal de expresión de la Inteligencia Superior; empero, en caso
contrario, anteponen resistencia que inhibe o neutraliza resultados, ubicando
al individuo en situaciones cuyas experiencias le modelan positivamente. En
vano se afana cada quien; en todo caso, ellos vienen a prestar su concurso
cuando se busca el supremo bien en todas las cosas. Aunque en todos los grados,
por la ley de atracción, cada quien coopera y a la vez encuentra cooperación
según la índole de su objetivo si existe la suficiente persistencia en la
realización del mismo. Entonces, oportunamente llega la solución buscada. Surge
el contacto que aporta justo el dinero requerido, la persona que resuelve el
caso, el médico que cura, el que tiene el conocimiento requerido, siempre en el
momento oportuno.
Los
guardianes del cosmos –y del planeta-
regulan los mecanismos bienhechores para todos los seres humanos. Constituyen
la “policía divina” que nadie puede burlar. Supervisan la realización de las
metas implantadas por “los regidores del mundo” según los planes trazados por
el Gran Arquitecto del Universo.
-II-
En una hoja
de cálculo electrónica, al sumar o restar cifras en cualquier columna,
simultáneamente –instantáneamente- se
arrojan los resultados en el gran total. Esta es la manera como actúa la ley de
compensación. Cada acto realizado es compensado instantáneamente en el gran total de la suma existencial. Según los
diferentes totales de las “hojas de cálculo” internas del ser humano, se
reflejan resultados exteriores, automáticamente. Aquí reside el secreto supremo
de la ley de atracción: la potencia que en forma análoga atrae los respectivos
resultados, coincide exactamente al nivel del saldo de la suma existencial.
Mientras más elevado sea el nivel del saldo existencial, en ese mismo grado
actúa la fuerza de atracción, bien sea en su polaridad positiva, si es un saldo
existencial positivo, o en polaridad opuesta, de resultar un saldo en signo
opuesto.
Los
“guardianes cósmicos”, en cada mundo, existen igual que el dolor en el cuerpo,
el cual avisa sobre la existencia de algún trastorno orgánico o la
insatisfacción personal, que refleja la existencia de la ausencia de equilibrio
espiritual, que es preciso alcanzar. Ellos, cuando todo procede bien, estimulan
el estado armónico, el contento personal, la abundancia de felicidad, etcétera.
Supervisan el equilibrio de fuerzas o la carencia del mismo, que constituye de
por sí un mecanismo regulador que se denomina “guardianes cósmicos”. Si bien el
mecanismo de la ley cósmica actúa en forma instantánea en la conciencia
individual de cada quien, arrojando el veredicto como saldo existencial en la propia
conciencia, los guardianes cósmicos, constituyen, a la vez, los pedagogos, los
vigilantes y los reguladores del bien, de la luz, del amor, de la justicia, del
progreso, de la armonía, de la riqueza universal, sin acaparar nada
egoístamente, el poder realizador, el equilibrio, el orden, la vida, la
inteligencia, etcétera.
Usar la
cooperación cósmica de los guardianes del planeta asegura resultados positivo,
independientemente del nivel de logros apetecidos. Es factible beneficiarse con
su sintonía.
Solicita la
cooperación cósmica de los guardianes universales, -del planeta de turno-,
armoniza cósmicamente, permite que dentro de ti fluya la luz, el amor, la
abundancia, el poder, la riqueza, sin acaparar nada egoístamente, sino para que
fluya hacia los demás la mayor suma de bien posible a través de tu servicio.
En la medida
en que la riqueza a través tuyo fluya hacia todos los demás, tú tendrás todo lo
necesario para mantenerte vigente aquí y ahora. Oportunamente vendrán en tu
ayuda los guardianes cósmicos, trayendo las situaciones equivalentes que
constituyen tu oportunidad de servicio, abundancia, progreso y riqueza.
Mientras
tanto, empléate a fondo utilizando tu energía creativa en la realización de
metas claramente definidas por escrito. Actúa con constancia, tenacidad,
voluntad y prudencia, que implica sabiduría. El mundo sigue adelante y tú estás
en él. Avanza con paso firme, todo saldrá siempre bien, si cree en ello y actúa
con determinación de vencer en las pruebas de la vida. Tú triunfas cada día más
y mejor, en bien de todos.
Afirma con
creencia positiva:
-“Guardianes
Cósmicos”, que veláis por el bienestar colectivo y por el cumplimiento de las
leyes de justicia, amor, armonía, cooperación cósmica, compensación, sostenedme
fuerte frente a todas las situaciones, con la mente clara y lúcida, para ver
las oportunidades cambiantes en cada cosa y ser útil al bien supremo. Que sea
yo un elemento benéfico al colectivo humano, siendo cada día un mejor canal de
expresión de la inteligencia divina allá donde yo sea más útil. Me pongo bajo
la guía e inspiración superior de los guardianes del mundo y del Creador
Universal en el cumplimiento de mi misión en la vida. Así sea. Así será. Hecho
está.
Adelante.
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