miércoles, 5 de marzo de 2014

EL MAHATMA GANDHI


EL MAHATMA GANDHI

©GIUSEPPE ISGRÓ C.
Puerto La Cruz, 31-01-1982.


Mohandas Karamchand Gandhi, nació el 02 de octubre de 1869 en la ciudad de Porbandor, en la India. Su desencarnación ocurrió el 30-01-1948, en Nueva Delhi, luego de un atentado.  Su padre, al igual que muchos otros de similar posición, le envió a Inglaterra para estudiar Derecho.
De regreso a la Patria, ya graduado, ejerció, por breve tiempo, en Bombay, en Kathiawar y en la Colonia Hindú de Sudáfrica. En esta última, combatió la opresión de que eran objeto sus compatriotas. Posteriormente regresa a la India, donde por un determinado lapso mantiene su lealtad a la Corona Inglesa.  Sin duda alguna, el contacto con Dadabhai, -estadista, filósofo y hombre de Estado-, ejerció profunda influencia en Gandhi, tanto en las ideas separatistas como en en ahimsá, o doctrina de la “no violencia”. En 1920. Gandhi inicia un movimiento independentista, del cual es su máximo líder, mediante el cual desarrolló una campaña de desobediencia pasiva, probablemente influido, también, por las lecturas de H. D. Thoreau, al respecto. Empero, su idea estaba muy lejos de querer desencadenar una revolución, la cual le habría resultado fácil a los ingleses dominar; además, recordemos que los elevados sentimientos morales y espirituales de Gandhi les  hacían contrario al empleo de todas clases de violencia.
Ganhi se había forjado dos objetivos claros, definidos y firmes:
1.  El primero, de carácter político, era lograr la Independencia de su patria.
2.  El segundo, de orden social, tenía por objeto elevar el nivel de vida de las clases oprimidas.
La doctrina del ahimsá, asumida por Gandhi, profesa la practica de la benevolencia, la cual prohíbe matar o herir cualquier clase de seres vivos, a la vez que exige conducirse con sinceridad y la renuncia a los bienes del mundo. Estos ideales, en general, estaban profundamente arraigados en el alma hindú. Después de analizar las circunstancias que afrontaba, Gandhi se da cuenta que los 350 millones de hindúes –de la época- eran gobernados por 100.000 británicos, gracias a la estrecha colaboración entre gobernantes y gobernados.
Concibió, entonces, la idea de que la India sería capaz de vencer el poder británico renunciando a colaborar, mediante la resistencia pasiva, con la desobediencia civil. Los hindúes no deberían hacer nada que ayudase a la administración inglesa, es decir: dejar de pagar los impuestos, y sabotear las mercancías británicas. El hindú que fuese arrestado por estos motivos debía descontar la pena sin oponer resistencia o protestas. Estimaba que con esto frenaría desde el interno toda la administración y la vida social de la India.
Para alcanzar este objetivo era precisa una profunda disciplina, individual y colectiva. Gandhi ensayó tácticas de huelga de hambre que tuvieron sus efectos positivos, logrando que los británicos le hicieran numerosas concesiones, hasta alcanzar la emancipación de La India del dominio británico.
El término con que se designa a Gandhi, Mahatma, significa Alma Grande; pero, recordemos que su humildad le hacía rechazar la misma. Él, personalmente, jamás usó dicha denominación. Gandhi practicó la doctrina de la no violencia, el Ahimsa, hasta tal grado que es fácil imaginar la tremenda fuerza del poder del perdón ejercido por él que en el momento mismo del ataque que produjera su desencarnación pronunció la palabra Ahimsa, es decir, no violencia, con lo cual perdonaba a su atacante.
La Doctrina Universal sostiene que personalidades como Gandhi, con su fuerza espiritual, pueden mantener el equilibrio pacificador del mundo; estimular la evolución de la humanidad, así como levantar el nivel de la vida y trabajar en pro de la preparación de un mundo mejor.
Gandhi practicaba un día semanal de silencio: el lunes. Cuando alguien le visitaba, durante ese día, se comunicaba con él mediante notas escritas. El refiere que al principio lo instituyó para estar solo consigo mismo, así poder revisar su correspondencia, ordenar sus ideas, meditar, etcétera, pero que, luego, se convirtió en una verdadera necesidad espiritual por el efecto benéfico que dicho período de silencio le producía, el cual, invariablemente, concluía a las ocho de la noche.
Gandhi, ha estudiado a fondo todas las corrientes de pensamiento, por ejemplo: el jainismo, que postula el camino del amor como el mejor para llegar a Dios; además, siendo una doctrina de igual o mayor antigüedad que los Vedas, es una de las primeras, en la humanidad, en abordar la virtud del recto camino, la practica de la justicia y la equidad. 2) Los Vedas y Las leyes de Manú, el Mahabaratha, el Ramayana, -el de Valmiki y el de Tulsidas-, el budismo zen y el noble sendero óctuple, los aforismos de Patanjali, el Taoismo, el Zend Avesta, de Zoroastro, los Versos de Oro, de Pitágoras, conoce las obras de Platón, de Plutarco, de Plotino, la Doctrina de Jesús de Nazareth, el Coran y el Jardín de los Justos, de Mahoma, los grandes maestros del sufismo: Al Hallak, Al Gazzali, Ibn Arabi, Rumi y Kabir. Tolstoy, Wiltman, Emersón, Thoreau, Ruskin y Mazzini, entre otros, ejercen profunda influencia sobre él, constituyendo, de manera especial, su principal fuente sobre la doctrina de la no violencia.
Recordemos que Gandhi fue iniciado en el Kriya Yoga, por Parahamansa Yogananda, -espiritualidad directa, sin intermediarios, centrada en el Creador Universal, cuyo pilar fundamental es Babaji. Constituye la fuente más avanzada de espiritualidad, de inspiración, sabiduría y poder y sin duda alguna aquí es donde reside el secreto del inmenso poder e influencia que ejercía -y canalizaba- Gandhi. Él explica su doctrina de la siguiente manera: -“Creo que la Biblia, el Corán, el Zend Avesta, han sido inspirados como los Vedas. Creo en la institución de los gurús; pero en esta época millones deben marchar sin un gurú, porque es muy raro encontrar una combinación de perfecta pureza y perfecta instrucción. Pero no se debe perder la esperanza de llegar a conocer la verdad de la propia espiritualidad, porque los fundadores del hinduismo, como los de cualquier otra espiritualidad, son inmutables y fáciles de comprender”-.
“Yo creo, dice Gandhi, como todo hindú, en Dios y su UNIDAD, en el renacimiento y la salvación…me es tan difícil describir mis sentimientos por el hinduismo como los que tengo por mi propia esposa. Ella me emociona como ninguna otra mujer del mundo. No es que ella no tenga faltas; osaría decir que tiene más de la que veo, pero el sentimiento de un lazo indisoluble está allí. En igual forma, mis sentimientos están con el hinduismo, con todas sus faltas y limitaciones. Nada me encanta más que la música del Gita o del Ramayana de Tulsidas”-.
Gandhi solía decir que en sus momentos menos fáciles, la lectura y meditación del Bagavad Gita, -el sexto capítulo del Mahabaratha-, constituía la fuente de su solaz.
Gandhi es el único entre los grandes líderes que ha ofrecido su movimiento de la no.violencia como alternativa al poder armado. Es importante destacar que el mismo Gandhi, en forma práctica y con el ejemplo, demostró la efectividad de la doctrina del Ahimsa, como el mejor camino para deshacer agravios y remover injusticias, cuantas veces se emplee. Un ejemplo digno de ser emulados por los actuales líderes del planeta a la hora de resolver conflictos que eviten guerras innecesarias e ineficaces para el sostenimiento de la paz en el planeta.
Gandhi, explica la doctrina del Ahimsa, de la siguiente manera: -“He comprobado que la vida persiste en medio de la destrucción. Únicamente bajo esa ley ordenada, la sociedad puede ser inteligible y la vida digna de vivirse. Si esa es la ley de la vida, debemos ponerla en práctica en nuestra vida diaria. Dondequiera que haya guerra, dondequiera que nos enfrentemos a un oponente, debemos conquistarlo por el amor. He encontrado que esta ley del amor ha respondido en mi propia vida como no lo habría hecho la ley de la destrucción”-.
“En la India, -continua diciendo Gandhi-, hemos tenido una demostración ocular de la operación de esta ley en la más amplia escala posible. Yo no pretendo que la doctrina de la no-violencia haya penetrado en los trescientos sesenta millones de habitantes de la India, pero sí estoy seguro de que ha penetrado más profundamente que cualquier otra doctrina en un tiempo increíblemente corto. Se necesita un metódico y tenaz entrenamiento para alcanzar el estado mental de la no-violencia. Es una vida disciplinada, como la vida de un soldado. El estado perfecto se alcanza únicamente cuando la mente, el cuerpo y la palabra se encuentran en la armonía adecuada. Todo problema encontrará su solución si decidiésemos convertir la ley de la verdad y la no-violencia en la ley de la vida”-.
Paramahansa Yogananda, en su extraordinaria obra Autobiografía de un Yogui, refiriéndose a Gandhi, dice lo siguiente: -“Gandhi ha ganado ya por medio de la no-violencia mayor número de concesiones políticas para su tierra que las de cualquier otro líder de ningún país con el auxilio de las balas. Los métodos de la no-violencia para borrar la injusticia y el mal han sido estrictamente aplicados no solamente en el área de la política sino en el delicado y complicado campo de la reforma social de la India. Gandhi, y sus seguidores, han removido muchos arcaicos feudos entre hindúes y mahometanos, cientos de miles de musulmanes miran al mahatma como a su líder”-.
Los votos del Satyagraha, que han hecho todos los fieles seguidores del mahatma Gandhi, son once; ellos son:
1.  No-violencia.
2.  Veracidad.
3.  No robar.
4.  Celibato. (Gandhi usaba el sexo sólo para la procreación).
5.  No posesión.
6.  Trabajo corporal.
7.  Control de paladar.
8.  Intrepidez.
9.  Igual respeto para todas las corrientes espirituales.
10.               Swadeshi, es decir, el uso de manufacturas caseras.
11.              Libertad de los intocables.
Estos once votos deben ser cumplidos con espíritu de humildad.
Gandhi, en cierta ocasión, dijo: -“Yo estoy luchando nada menos que por la paz del mundo. Si el movimiento de la India tiene éxito sobre las bases de la no-violencia –Satyagraha-, dará un nuevo significado al patriotismo; y aún diría, con toda humildad, que a la vida misma”-.
El mensaje de Gandhi, sobre la no-violencia, continúa teniendo cada vez más actualidad y así como mayor comprensión y vigencia en el desarrollo del mundo con el cual soñamos. Meditemos, pues, sobre la importancia que para nosotros, líderes: -masones, espiritas, rosacruces, teósofos, martinistas, yoghis, sufies, taoistas, budistas zen, filósofos, científicos, gerentes, políticos, pedagogos, profesionales de cualquier área, etcétera- tiene para el mundo en que vivimos, y para nosotros mismos, este poderoso principio del amor, manifestado en el antedicho de la no-violencia.
¡Mahatma Gandhi, nosotros, con admiración y amor, te saludamos. Que tu mensaje y ejemplo nos inspiren para nuestro auto-desarrollo, perfeccionamiento personal y cumplimiento de la propia misión de vida, para así lograr una humanidad mejor!
¡Salve, Gandhi!.

Este breve mensaje fue expuesto en la Resp.: Logia Luz del Caribe Nº 44, de Puerto La Cruz, Venezuela, el día 03 de febrero de 1982, en funciones de Orador Fiscal.


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