EL PODER DE LA
VISUALIZACIÓN
©Giuseppe Isgró C.
La mente humana está dotada
de una poderosa facultad denominada imaginación. Es la visión del espíritu. Por
medio de ella se puede explorar la realidad universal en todos sus niveles,
variantes y posibilidades y percibirla como conciencia intuitiva, de acuerdo
con el propio nivel evolutivo.
Al interiorizarse e imaginar
como debe desarrollarse el plan en la realización de un objetivo, se exploran
las posibilidades existentes y permite percibir el mejor curso de acción. Si
puede verse el resultado, mentalmente, es factible alcanzarlo. Es la clave en
la visión de los líderes.
La imaginación tiene dos
vertientes esenciales: la creativa, en cuya ausencia de antecedentes que sirvan
de base todo debe ser generado desde el inicio. Y, la sintética, en la cual se
utilizan experiencias previas, de cualquier área, interrelacionándolas.
Se habla de visualización, cuando
se trata de aspectos ya conocidos, y se representa el resultado final satisfactoriamente
logrado, en la pantalla mental.
Es aplicable al logro de
cualquier objetivo o solución de situaciones, como: desarrollo de cualidades
personales o destrezas físicas, superación de exámenes, optimización de
resultados en todos los desempeños de la vida, en el arte de hablar en público
o dictar de una conferencia, en mantener mejores relaciones sexuales, en
conservarse físicamente con el aspecto deseado, en lograr mejores métodos de
trabajo, en crear nuevos bienes y servicios o innovar los ya existentes en
todas sus variantes y formas, sin límites de ninguna naturaleza.
La imaginación como visión
del espíritu canaliza el poder creativo del universo mediante la percepción
intuitiva; la génesis creadora reside en el pensamiento y en las ideas que
genera, en correspondencia con las leyes
de causa y efecto y polaridad, manifestando en la dimensión física lo creado en
la ecología mental.
Se ha dicho: -“Cuando la
imaginación entra en conflicto con la voluntad, casi siempre es aquella la que
vence”. Este aforismo no deja de tener su razón de ser. Empero, quien debe
subordinar a la imaginación para que coopere al logro del objetivo es la
voluntad. Es un trabajo de cooperación entre ambas. Esto puede hacerse por
medio de diversas técnicas; en primer lugar, dejando de confrontar la
imaginación con la voluntad, tomando ésta el control, enunciando, por escrito, la
situación que resolviéndola vuelva a reestablecer el equilibrio original, o el
objetivo que, una vez alcanzado, implique un cambio que vaya más allá de la
situación actual que se anhela transmutar.
El objetivo, definido y
enunciado por escrito, comienza a canalizar la fuerza creativa interior hacia
la realización del objetivo, proporcionando, en forma inmediata, la emoción de
la auto-liberación y el sentimiento de la autorrealización.
Escribir los objetivos encierra
grandes secretos. Al pasar la idea de la dimensión abstracta a la objetiva, por la escritura, en su recorrido
programa la computadora mental, quien, a nivel extra-sensorial, realiza las
conexiones e interrelaciones pertinentes, comenzando a surgir coincidencias
sorprendentes, en la manifestación de los resultados anhelados.
La imagen del objetivo funge
de imán cuya fuerza de atracción comienza a atraer, en forma automática, a los
elementos coadyuvadores, neutralizando los contrarios.
Es aquí donde entra en juego
la visualización como herramienta creadora de resultados, orientando la
imaginación, la cual abre el cauce que la voluntad sigue dócilmente.
La visualización es una
acción de la voluntad; la persona, al querer intensamente alcanzar determinados
resultados o evitar ciertas consecuencias, la activa, conjuntamente con otras facultades
espirituales que el ser humano posee, como son: la proyección espiritual,
soporte de la imaginación para percibir
la visión del espíritu emancipado de la materia, la cual transfiere a la
conciencia objetiva como intuición; además, la inspiración de los guías y
afines espirituales que brindan su apoyo.
Recordar los éxitos pasados es
una variante de la visualización que imanta el logro de otros análogos; allí
reside la importancia de la gratitud por las cosas que se poseen; lo que se
agradece se recrea. Es importante, también, dar las gracias al Creador
Universal, como si los resultados en cursos hubiesen sido ya alcanzados. Es una
técnica efectiva.
La visualización implica
concentración en los resultados positivos y en lo que se centra la atención se
expande la conciencia, activando la fuerza psico-cinética que atrae a los
elementos coadyuvantes.
Al visualizar, es preciso hacerlo
sin forzar el resultado y sin involucrar canal alguno de manifestación, dejando
que la mente psiconsciente se haga cargo de su realización, actuando con
desapego como si…el resultado hubiese sido ya alcanzado.
Adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario