EL ARTE DE
RESOLVER SITUACIONES
1979
©Giuseppe
Isgró C.
Si
las cosas se ponen duras, hay que seguir luchando. –“Cuando el mundo parece que se
acaba, comienza de nuevo”-, decía Michele Isgró Scibilia.
En
los momentos menos fáciles de la vida, hay que mirar hacia delante, avanzando
con decisión, firmeza y seguridad.
El
triunfo, la felicidad, el amor, la armonía, la abundancia y la riqueza
constituyen un estado mental, el reflejo del equilibrio interior, y, -de
acuerdo a la ley cósmica-, según tienes adentro, tomas afuera.
Mira
hacia el objetivo básico de la vida, engrandeciendo al ser, sacando de tu
interior los abundantes recursos de tenacidad, amor, serenidad, lucidez y
voluntad, diciendo con coraje: -“Yo llegaré a mi meta, superando cuantos
obstáculos se interpongan en mi camino”.
Confucio –uno de los máximos exponentes del
pensamiento chino-, expresó, sabiamente: -“No hay que vanagloriarse de nunca caer,
sino de levantarse cada vez que se cae”-. Los obstáculos, son los que templan
la personalidad y desarrollan la voluntad, la creatividad y la
autorrealización.
Demuestra la propia elevación y la importancia
del éxito personal conquistado por la magnitud de las pruebas superadas.
Desde el
momento en que afrontas una situación, es porque estás en condiciones de
superarla; en caso contrario, ésta habría dejado de presentarse.
La ley cósmica expresa: -Toda situación que se presenta
para resolverla, marca el sentido direccional hacia donde debe encausarse la
propia energía creativa, con la potencia acorde, y, según su envergadura, serán
las oportunidades de crecimiento y riqueza, en ellas contenidas-.
El mundo está formado por dos bandos,
únicamente: Por los que triunfan y por los que dejan de hacerlo. Por los que
saben y por los que ignoran. Escoge tú a que grupo deseas pertenecer. De ti
depende.
Deja de decir: -“Sólo los fuertes triunfan o los
que tienen suerte”-. Nada te impide ser fuerte; toda debilidad indica el camino
hacia donde hay que fortalecerse. Mientras que el éxito es como un taxi que
pasa igual para todos; unos lo toman, otros no. Si dejaste de abordarlo en un
turno, aprovecha el siguiente.
La época de la improvisación ya pasó. El éxito
se obtiene a través de una programación adecuada, destacando un objetivo
fundamental en la vida y otros objetivos secundarios.
Auto-cultívate, elevando el nivel personal y
profesional, fortaleciendo los hábitos que acrecientan la energía vital.
Ámate a ti mismo/a, para poder amar a los demás.
Recuerda el ejemplo de los griegos, cuyo máximo esplendor tuvo auge en el lapso
comprendido entre el siglo XII y III, -a.d.e-., lo que significó su edad de
oro, en sentido lato. Cultivaron las virtudes de la prudencia, la justicia, el
coraje y/o la fortaleza, la templanza y la belleza, entre otras. Desarrollaron
las cualidades superiores del espíritu acordes a los grandes valores
universales, de cuya grandeza, aparte de los restos arqueológicos y obras de
artes conservadas, -expresión sublime de un ideal de belleza interna cultivada
y alcanzada-, ha logrado llegar hasta nosotros el pensamiento inmortal –y las
obras- de Homero, -una de las mentes más
brillantes del planeta tierra y verdadero maestro de la edad de oro griega-, Hesíodo,
los siete sabíos: Solón, Tales de Mileto, Cleóbulo, Quilón, Bías, Pitaco y
Periandro; Esópo, Pitágoras, Empedocles, Pericles, Fidías, Sócrates, Platón,
Aristóteles, Teofrasto, Demóstenes, Felipe de Macedonia, Alejandro Magno,
Demetrio de Falereo, Plutarco y Plotino, -un poco más recientemente, si bien
éste último no era griego de nacimiento pero se le considera como tal-, y
tantos otros que constituyen la fuente inagotable de saber en la cual han
bebido, y continúan haciéndolo, quienes aman y cultivan la sabiduría.
En cada país, sus fases de desarrollo afectan,
unas veces en forma positiva; otras, en polaridad opuesta. Empero, en cualquier
circunstancia, la mejor manera de optimizar el presente es a través de la
retroalimentación, corrigiendo, mediante una nueva planeación de resultados y
una acción tenaz, las situaciones que insatisfacen las propias aspiraciones.
El enfoque principal debería dirigirse hacia la
auto-educación con las cualidades superiores del espíritu y de los valores
universales como el amor, la prudencia, la justicia, la afinidad, la igualdad,
la compensación, la fortaleza y la templanza, con una conciencia clara del
propio objetivo en la vida. Es preciso descubrir, en cada fase, a dónde se debe
ir, cómo y cuándo, en cuánto tiempo y por qué.
La conciencia intuitiva y la inspiración,
generalmente permiten percibir la respuesta a estas preguntas claves que
trascienden la propia capacidad de razonamiento objetivo y la lógica inductiva
y deductiva. La fuerza de empuje y la de bloqueo, dinamizan la acción o la
inhiben, según el caso, para que la persona que encuentre, oportunamente, en el
lugar correcto haciendo la cosa adecuada de acuerdo con las circunstancias.
Mejorándote, alcanzando, gradualmente, la
autorrealización, contribuyes a optimizar la sociedad.
Los pueblos tienen los gobernantes que
seleccionan y aprueban, y por ende, que se merecen. En la medida en que las
personas de cualquier país eleven su nivel socio-cultural-ético y la conciencia
de su destino, aparecen los guías adecuados.
**
Eleva tu nivel socio-cultural-ético y la
conciencia de tu destino. Desarrolla una aguda visión de líder para vislumbrar
el camino de los nuevos avances, en base a tus propias aptitudes, habilidades y
experiencias, así como tus carencias. Ambas vertientes, en conjunto, o
separadamente, te indican el camino hacia dónde debes orientarte y los
objetivos de superación y logros precisados, en cada etapa. Considera las
bondades y los puntos fuertes del entorno en concordancia con las metas y
planes cósmicos que, creativamente, vislumbras e intuyes, oportunamente.
La ley cósmica indica: -El éxito consiste en obtener los
mejores resultados con las condiciones puestas a la propia disposición-.
Crea un ambiente mental positivo y esfuérzate
por vislumbrar claramente tu futuro.
Llena tus pensamientos de amor, aliento,
confianza, firmeza, sinceridad interior y objetivos claros en base a estrictas
prioridades, única forma de erigirse en guía del propio destino, que, en
definitiva, es lo único que importa.
Entra en contacto con tu divinidad interior.
Establece la conexión con la fuente de la eterna luz y sabiduría y del poder
perenne: el Creador Universal, en cualesquiera de sus formas: meditación en Él
y sus atributos o por el constante recuerdo de Él, mediante la repetición de su
nombre: ELOÍ, ALÁ o el de tu preferencia. Repite mil veces o más el nombre de
ELOÍ o ALÁ, etc., y descubre la fuente más grandiosa de poder bajo la guía de la Inteligencia Infinita
del Universo. Es el Dickr de los maestros sufíes. Una técnica que trasciende su
manifestación física.
Haz lo que debes. Siempre se resuelven las cosas
de la mejor manera posible. Después de un período de abundancia, viene otro de
escasez. Después del buen tiempo, la tempestad. Después del día, la noche; y,
viceversa. Actividad-pasividad. Llenarse-vaciarse. Dormir-despertar. Ni el día
ni la noche duran eternamente. Hay un
ciclo que se repite.
La rueda
regresa al punto de partida, en un nivel más elevado de experiencias, en
ascenso evolutivo siguiendo la forma de la espiral cósmica.
Comprender estos ciclos denota sabiduría y
conciencia intuitiva. Permite descifrar las inquietudes de los tiempos y las
tendencias de los acontecimientos. Arroja mucha luz sobre el propio destino en
el concierto de las esferas. Ciclos naturales y vitales, históricos,
económicos, culturales, espirituales y de cualquier otra índole, ofrecen a toda
persona, y a los líderes en particular, la visión preclara de la acción a
emprender o de los objetivos a retroalimentar.
Cada vez que
debes resolver una situación, aplica las siguientes técnicas de gran
efectividad:
A)
Efectúa
un retiro temporal a un lugar donde nada ni nadie pueda
interrumpirte. Relájate de los pies a la cabeza. Serena más y mejor la mente.
Entra en contacto con tu poder interior, aquí y ahora.
B)
Usa esta técnica sencilla y efectiva
para alcanzar la conexión con la fuente: el Creador Universal.
o
Acomódate bien, cierra los ojos.
Céntrate en la coronilla; acto seguido, en el punto donde nace el remolino de
pelo. Repite el nombre de Dios de tu preferencia, o ELOÍ, tres veces. Acto
seguido, enfoca tu atención en el hombro izquierdo. Imagina una estela de luz
en su trayectoria. Repite tres veces el nombre de ELOÍ. Continúa LA trayectoria
de luz hasta el hombro derecho. Repite, allí, el nombre de ELOÍ, tres veces.
Completa el triángulo de luz, siguiendo la trayectoria hasta el punto original,
donde nace el remolino del pelo, repite allí, el nombre de ELOÍ, tres veces.
Ahora, baja hasta el nivel de la nuca. Repite el nombre de ELOÍ diez veces.
Mientras lo haces, va bajando tu atención hasta el punto hara, -tan tien-, tres
centímetros debajo del ombligo y tres centímetros hacia adentro, en sentido de
la columna. Ese es el punto de equilibrio del ser humano. Repite, allí, el
nombre de ELOÍ, diez veces. Ahora baja hasta la punta de los pies, relájalos,
céntrate en los tobillos, con la atención en el derecho, primero, y luego en el
izquierdo, repite tres veces, en cada uno, el nombre de ELOÍ. Ahora centra tu
atención en el cóccix; repite el nombre de ELOÍ tres veces. Ahora, sube de
nuevo hasta la nuca. Aquí puedes permanecer el tiempo que tú quieras. Mientras
más mejor. Repite el nombre de ELOÍ diez, veinte, cien, mil o más veces, hasta
que sientas que va fluyendo el poder, la luz, la quietud interior y tomas el
control total de ti y de la situación, a nivel espiritual y en la dimensión
objetiva.
o
Esta es una técnica de gran
efectividad. Constituye un profundo secreto que con el tiempo asiduo de
práctica se hace comprensible cada vez más.
C)
Plasma,
en un papel, todas las cosas que debes resolver, o realizar. En
su realidad objetiva, sin aumentarla ni disminuirla. Anota todo. Enumera por su
orden prioritario cada elemento. Selecciona los primeros diez. Anótalos, ahora,
en una nueva hoja de papel. Olvídate, de momento, del resto. Asígnale a cada
prioridad un tiempo máximo factible de solución.
D)
Ahora, selecciona la prioridad
número uno, y céntrate exclusivamente en esa. Al escribirlas y jerarquizarlas,
distribuyéndolas en el espacio y en el tiempo, has comenzado a ejercer tu total
dominio sobre ellas y las redimensionaste a su realidad objetiva. En la
dimensión abstractas de la mente, las situaciones se ven de mayor envergadura y
más complejas de lo que realmente son.
Has hecho
ya, virtualmente, un balance de tu situación real, dónde estás
y la posición a la cual quieres llegar.
Ahora, sigue los siguientes pasos, muy
sencillos:
1.
Desmenuza
la situación prioritaria por resolver o el objetivo por realizar, en todos sus
pormenores,
-o partes probables máximas de solución-. Vuelve a jerarquizarlas por su orden
de importancia y céntrate en la prioridad número uno.
2.
Anota bien todos los medios o
soluciones posibles. Estos elementos son de vital importancia: el qué, el cómo,
el cuándo, el dónde, el quien, el cuánto y el por qué.
3.
Selecciona las más adecuadas y
escríbelas. Planifica cómo vas a realizarlas.
4.
Ejecútelas. Pasa a la acción
decidida, confiada en los resultados positivos. Puedes dar el primer paso y
seguir tenazmente hasta resolver la situación o alcanzar el objetivo propuesto.
5.
Adopta la actitud mental positiva,
en todo momento, con confianza, voluntad de vencer y alcanzar tu meta.
6. Jamás
abandones a mitad de camino, al ponerse las cosas se ponen duras o menos fácil.
Es cuando más cerca estarás de lograr lo que anhelas. En el momento de negarse
a abandonar, es el instante en que se activan los poderes creadores de la
mente. Comienzan a surgir coincidencias
que facilitan la solución.
7. Afirma,
a cada instante, que todo saldrá bien; que superarás todos los obstáculos y
resolverás la situación positivamente. Repite, como un mantra, diez, cien o mil
veces al día: -Todo va bien. Todo va bien. Todo va bien.
8.
Actúa como si la situación estuviese
ya solucionada.
9. Piensa
en función de abundancia. Sintonízate, abre el canal de tu mente a la
prosperidad, a la salud, al bienestar, a todo lo positivo. Recuerda a Kabir,
cuando expresa: -“Es inadmisible que los peces en el mar tengan sed”. Vives en
un universo que lo contiene todo. –“Toma lo que quieras y paga el precio”,
-como dijo el sabio de Concord: Ralph Waldo Emersón.
10.
Deja de criticar y lamentarte. Cambia la
polaridad de tus pensamientos. Acepta las cosas como son y la lección que ellas
te aportan. Cambia la realidad de tu vida a lo que tu anhela, inteligentemente.
Expresa gratitud a la vida y al Creador Universal por cuanto las cosas son
mejores de lo que podrían ser. Tu situación actual es la posición ideal para
trazar la ruta hasta el lugar hasta donde quieres ir. Es el quinto punto de la
brújula, donde tú estás. Sin tener la conciencia clara de la propia posición en
la vida, sería imposible trazar el camino hasta la propia meta. Haz una lista, ahora mismo, de las cien
cosas o más por las cuales tengas motivos para mostrar gratitud. Revísala
periódicamente.
11.
Ten amor en tu mente. Ama a todo el mundo.
Envía amor a todos los seres, hasta a tus rivales o personas con quienes
precisas armonizar. Bendícelas cada vez que se infiltran en la mente.
12.
Visualiza, en la pantalla mental, el resultado
satisfactorio, como si ya hubiese sido alcanzado, dando a cambio el servicio o
bien que te corresponda, en el acto de recibir el resultado que anhelas. En ese
instante de la visualización, orienta la atención hacia el lado derecho del
pecho. Este hecho es de vital importancia. Por ejemplo, imaginar que recibe un
cheque y lo coloca en el bolsillo de la camisa.
13.
Elimina todos los productos estimulantes como:
licores, tabaco, café con leche, café negro con azúcar, carne de cerdo, jamón,
salchichas, pollo y huevos, (los mayores enemigos de la salud), azúcar, té,
chamomilla (manzanilla), pimientos, y si tienes neuralgias en el lado derecho
de la cabeza, elimina la guayaba y la piña. Si deseas tomar un buen café, que
sea molido –sin mezclas-, bajo tu supervisión y sin azúcar, solamente en horas
de la mañana. Asesórate con tu médico de cabecera o dietista de confianza.
14.
Eleva
el tono vital con ejercicios respiratorios: diez respiraciones profundas
reteniendo el aire durante 24 segundos cada vez, en la noche, antes de dormir.
Con el tiempo, de forma gradual, aumentar hasta 42.
15.
Toma un
vaso de agua con el zumo de uno o dos limones, sin azúcar, -día por medio-, lo
cual te ayudará a relajarte físicamente y a dormir mejor, tonificando tu
voluntad.
16.
Lee buenos libros y autores, como: Homero,
Platón, Séneca, Plotino, Marco Aurelio, Emersón, Carlyle, Victor Hugo, José
Ingenieros, Napoleón Hill, Norman Vincent Peale, Marco Tulio Cicerón, Plutarco,
Montaigne, Bolívar, Andrés Bello, Mariano Picón Salas, Alfonso Reyes, José
Enrique Rodó, Benjamín Franklin, W. W. Atkinson, Ramacharaka, Allan Kardec,
León Denis, Amalia Domingo Soler, Paul Brunton, Vivekananda, Sai Baba,
Aurobindo, Ibn Arabi, Rumi, Tagore, Yogananda, Paul C. Jagot, Himmagsú de
Anmoreca, Harold Sherman, Arturo Uslar Pietri, Cervantes, los ensayos y
clásicos de todos los países y épocas, etcétera y eleva el tono mental de tus
pensamientos.
17.
Pide al Creador Universal que te
ilumine. Dale las gracias porque la situación está ya resuelta o el objetivo
realizado.
18.
Hay una sabiduría que rige las leyes
universales. Ritma con ellas por medio de la meditación en el Creador Universal
y sus atributos divinos –valores universales- y serán tus valiosas aliadas.
(Entonamiento cósmico).
19.
Practica el constante recuerdo del
Creador Universal –el Dickr-, repitiendo su nombre: ELOÍ, ALÁ, u otro de tu
preferencia, diez, cien o mil veces –o más- diariamente o cada vez que lo
desees.
20.
Recuerda, siempre, que, cuando las
cosas se ponen duras, hay que luchar con más ahínco, pero, sosegada y
serenamente, confiando en el resultado final satisfactorio pese a las
apariencias que las circunstancias puedan presentar. Si tú no abandonas, la
vida te asistirá hasta conducirte a feliz término. Sea cual fuere ese
resultado, siempre será el más favorable para ti si sabes ver la nuez dentro de
la cáscara. Revisa y determina que correcciones en tu actitud, puntos de vista
o conducta precisas realizar. Relájate a fondo, centrándote en los tobillos;
relájalos profundamente. Aquieta la mente como fuente de poder. Pero, al mismo
tiempo ponte duro como una roca, actuando tenaz y éticamente, con desapego,
hasta vencer. El triunfo será tuyo. El 90% de las cosas que la gente teme no
sucede jamás, y lo poco que realmente acontece, si lo abordas positivamente
será resuelto satisfactoriamente.
21.
Puedes si quieres poder.
22.
Envuélvete en un círculo de luz
divina y en conexión con el Creador Universal permite que tu conciencia
intuitiva te guíe en el qué, en el cómo, en el dónde, en el cuándo, en el
quien, en el cuánto y en el por qué. Lo demás te será dado por añadidura.
Adelante.
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