TOMAR LAS RIENDAS
© GIUSEPPE ISGRÓ C.
Al inicio de cada año, es preciso programar los objetivos del ciclo
que empieza; es una fase en alto grado creativa.
El aislamiento durante algunas horas, en un
lugar tranquilo, armonizándose y elevando el pensamiento hacia el Creador
Universal en busca de inspiración, iluminación y guía, ofreciéndole el propio
servicio para que utilice, a cada quien, donde Él crea que mejor puede ser útil
a la humanidad y a su propio progreso evolutivo.
Acepta cooperar con el Universo. ¿Sabes lo que
eso significa? Que siempre se tendrá trabajo y suficiente provisión cósmica. Es
preciso aplicar, en cada acto, los valores universales de la justicia, la
fortaleza, la templanza, la prudencia y la belleza, entre otros, y mucho amor.
Además: trabajo, estudio, servicio, etc., dar, dar, dar; mientras más, en igual
grado se recibe: el salario cósmico,
Retroalimenta los resultados del año anterior.
¿Cuántas de tus metas lograste? ¿Fueron suficientemente ambiciosas y exigentes?
Las que quedaron pendientes deben encabezar la lista de los objetivos a
programar para el nuevo ciclo.
Ahora, anota todas las cosas que, en tu vida
personal y familiar, en el trabajo, en los estudios, en los hobbies y en otras
áreas inherentes, anhelas lograr en los siguientes doce meses. Descríbelas sin
establecer críticas ni limitaciones algunas. Profundiza en tu nivel creativo,
relajándote mejor y pensando en posibilidades.
Jerarquiza los objetivos que has establecido por
su orden de prioridad. Enuncia, por escrito, cada uno con el infinitivo del
verbo que corresponda, por ejemplo: comprar una casa o piso de “x”
características “en”; adquirir un coche marca “X”; estudiar un curso “de”; instalar una empresa
propia “de”, antes de “x” fecha; alcanzar un determinado nivel de ingresos,
etcétera. Tú sabes lo que quieres. Anótalos, para darle carácter de permanencia
a tus objetivos y de esta manera programar tu ordenador mental con los
resultados inherentes que es preciso alcanzar. Deja de auto-limitarte. Piensa
en el ideal que el Creador Universal se forjó de ti en el acto de la emanación
a la vida consciente de tu inmortal y eterno espíritu. Él programó un Universo
“en Grande y perfecto” y te dotó de un poder “potencialmente” infinito para que
tú cooperes, con la asunción de tus objetivos en la realización de la Gran
Obra.
Empero, habiéndote otorgado el don del libre
albedrío, eres tú quien elige el grado de realización en que aspiras
auto-realizarte y la mayor rapidez en que anhelas alcanzar la auto-maestría
para poder asumir nuevos retos evolutivos en la creación en expansión del
Universo.
-“Toma lo que quieras y pagas el precio”-, solía
decir Ralph Waldo Emersón. Siempre hay que pagarlo, en: tiempo, dedicación,
esfuerzo, dinero, etcétera.
Ahora: escribe el costo de todo lo que quieres
realizar en los próximos doce meses. Igualmente, en forma exacta, detalla tu
presupuesto, cubriendo los gastos, sin dejar ninguno de lado. Es preciso
conocer con exactitud las necesidades reales que deben ser cubiertas a partir
del año que empieza más el costo de los objetivos nuevos. ¿Cuál es el total? La
mente psiconsciente es capar de realizar cualquier objetivo siempre y cuando se
programe con el logro exacto que debe ser alcanzado. Este es el gran secreto.
Es preciso conocer con exactitud la cantidad de
dinero que, “llueva, truene o relampaguee”, debes ganar el próximo año.
Escríbela.
El ser humano está equipado con un mecanismo
cósmico-motivacional capaz de generar el poder suficiente para permitirle la
satisfacción de todas aquellas necesidades genuinas que afronta y el logro de
los resultados asumidos, y, en el mismo grado de manifestación, se
auto-expresa, automáticamente, el poder creativo realizador, complementado con
percepciones intuitivas e inspirativas, fuerzas de empuje o inhibidoras, para
sincronizarle con el engranaje universal, que permite, a cada quien, estar en
el lugar correcto, en el momento
oportuno, haciendo la cosa adecuada y correcta.
La clave esencial es: tomar decisiones efectivas
y poner manos a las obras, de manera que el Universo sepa que se puede contar
con dicha cooperación. Toda oferta de servicio –o de un bien- crea su propia
demanda y viceversa, de acuerdo a la ley de Say. Entonces, comienzan a ser utilizados los
propios servicios, surgiendo las coincidencias, y los recursos, oportunamente,
de donde menos se piensa. Las cosas se logran, casi siempre, con mayor
facilidad de lo que se piensa. Es
preciso pensar en posibilidades y actuar con expectativas positivas. Henry
Ford, con profunda visión, afirmó: -“Elige los objetivos, la naturaleza de las
cosas se hará cargo de su realización”.
Mientras más elevadas sean las necesidades por
satisfacer y de mayor envergadura los objetivos por lograr, en igual grado se
expresa el poder creador, por cuanto se dispone de todo el que sea requerido,
en cada caso, con una condición: que se quiera asumir el compromiso,
afrontando, decididamente, cada situación, sin evasión y sin abandonar cuando
las cosas presentan su aspecto menos favorable, instante en que, se activa el
propio poder y las circunstancias suelen mudar de aspecto, resolviéndose bien
las cosas. Es una ley cósmica que es preciso utilizar en un mejor nivel.
Si existen verdaderas necesidades y objetivos
exigentes y realistas, que impliquen un reto o desafío a la propia capacidad
creativa, siempre se expresará el poder suficiente para su satisfacción y
realización.
¿Cuáles son tus fortalezas, habilidades y
conocimientos? Haz una lista y selecciona el área en la cual se siente a gusto
para vender bienes o servicios de calidad. Allí se encuentra la oportunidad de
mejorar tu nivel de vida.
¿Cuáles son tus puntos menos fuertes?
Transmútalos en su polaridad positiva, abordándolos uno a uno.
Ya conoces lo que necesitas. Ahora es preciso
planificar el cómo hacerlo, implementando las estrategias y tácticas adecuadas
a la consecución del logro.
En la determinación del cómo ayuda el poder de
la mente psiconsciente mediante las intuiciones e inspiraciones oportunas,
aportando la visión certera. Conocido el qué hacer, y el cómo hacerlo, es
preciso pasar a la acción firme, suficiente y sostenida, con fe en los
resultados, visualizándolos como si ya hubiesen sido alcanzados, con total
desapego.
Hay que acostumbrarse a disfrutar la realización
de los objetivos, relajándose diariamente, cultivando una mente serena, llena
de paz y armonía interior. La calma y la tranquilidad son fuente de poder.
Avanza impasible e imperturbable por la senda del éxito emulando a la
naturaleza, es decir, trabaja en silencio. Las claves: Saber, querer, osar y
callar, encontrándole el sentido trascendente a la vida. Adelante.
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