EL KARMA Y EL PLAN DE VIDA

EL KARMA Y EL PLAN DE VIDA

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Una lectora nos pregunta en que grado el karma de sus vidas pasadas podría estar afectando sus relaciones personales o de pareja. Daremos la respuesta en este y en siguiente el artículo.

¿En qué sentido podría el karma estar involucrado en lo que expresa que le está ocurriendo?

1.     Una persona, antes de nacer a la dimensión física, en el plano espiritual, elabora un plan de vida que tiene que ver con esta existencia, resultado ello de la suma existencial de todas sus vidas anteriores. Allí, de mutuo acuerdo con las demás personas involucradas, las partes establecen quien habrá de ser el respectivo cónyuge o la cónyuge, según el caso, o más de uno cuando las circunstancias lo ameritan. Igualmente, elige a los hijos y demás miembros de la familia.

a)    En el desenvolvimiento de la vida, la persona va conociendo seres con quienes, en un momento dado, se representa –o valúa- de formar familia. Dados los compromisos kármicos respectivos de cada quien, las personas con quienes no existe el acuerdo previo de formar familia, por una u otra causa seguirán su propio camino hasta que, de donde menos se espera y cuando menos se piensa, aparece la persona indicada y sin ningún esfuerzo, generalmente, y en otros casos superando una infinidad de obstáculos, se forma familia.

b)    Si en un momento dado, otros compromisos kármicos determinan que hay que “dar vidas” con otros cónyuges, se disuelve ese vínculo y se forman otros. Esa es la razón de quienes tienen más de un matrimonio, sobre todo cuando hay hijos por medio.

c)     ¿Qué hay que hacer cuando una persona anhela formar familia o mantener una relación de pareja estable?

·        Evidentemente, en primer lugar la persona debe definir qué tipo de relación anhela tener.

·        Sin duda alguna, es preciso aspirar a la forma mejor: formar familia formalmente con la persona elegida y que se sienta que es la adecuada, aunque algunas veces se pueda tener algunas reservas al respecto. Formalizada la unión, la presencia de hijos es un indicación cierta de que esa unión no es casual, por cuanto los hijos jamás vienen por puertas equivocadas.

·        Ciertamente, en la unión conyugal o de pareja, existen diversas normas que es preciso observar, al margen que se trate de un matrimonio de derecho o de hecho; por ejemplo:

1) Cada quien debe aportar lo mismo que espera recibir.

2) Es preciso el respeto y la fidelidad, para dar y recibir valor por valor.

 3) Jamás pretender mantener al propio lado a nadie que no quiera estar. ¿De qué sirve poseer el cuerpo sin el amor?

4) Se requiere desterrar los celos y dar un voto de confianza absoluta; empero, tan pronto el o la cónyuge sean agarrados in fraganti, de ocurrir, apartarlo sin contemplación, salvo excepción. Alguien que falla una vez lo seguirá haciendo, salvo excepciones.

5) Si se desea amor, hay que darlo primero. Pero, es preciso valorarse. No soltar prenda antes de tiempo. Apuntar alto. Una señora libanesa le inculcaba a su hija la idea de que era una princesa y de que debía esperar su príncipe azul. Ella decía que era para elevarle la auto-estima y apuntara alto.

6) La dignidad personal es importante conservarla intacta. Si anhela formar familia con alguien, jamás iniciar relaciones íntimas antes de obtener compromisos formales o contraer matrimonio, según los lugares y las costumbres, que hoy son más liberales.

7) Jamás ser un plato de segunda, caso contrario, siempre permanecerá, mentalmente, en esa posición segundaria. Es cuestión de voluntad y dignidad personal, pese al libertinaje imperante en muchas partes del mundo. También es la elección individual de cada quien. Empero, hay que valorarse, caso contrario, nadie lo hará.

·        Si una dama busca su príncipe azul, es preciso que sea, a nivel mental, una princesa y  prepararse para ser una reina. Para atraer personas interesantes a la propia vida, debe ser usted interesante en cuanto al orden elevado de sus pensamientos, intereses y ser la persona idónea para acompañar a un gran hombre en su viaje por la vida. Igualmente válida es la sugerencia para un joven que aspira a compartir su vida con una interesante mujer.

Adelante.