LA VERDAD UNIVERSAL
©Giuseppe Isgró C.
-Qué es la verdad universal?
En primer lugar, verdad es algo que se
corresponde con la realidad del objeto al que se centra el propio pensamiento.
Es decir, existe coincidencia entre lo pensado y el objeto sobre el que se
piensa. Empero, siempre la propia percepción de una cosa es, únicamente,
nuestro punto de vista, de carácter relativo.
La realidad siempre le trasciende, en
términos absolutos. Más que referir un concepto, o una matriz de opinión, sobre
algo particular, es preciso ver directamente lo que hay al respecto, tanto por
la propia capacidad de razonamiento, por la lógica inductiva y deductiva, como
por la percepción intuitiva, o inspirativa, que trasciende toda conciencia
objetiva.
La verdad universal es aquella que se encuentra sustentada por los valores universales, en su doble polaridad positiva y negativa.
La verdad universal es aquella que se encuentra sustentada por los valores universales, en su doble polaridad positiva y negativa.
Estos valores se corresponden con los
atributos divinos inherentes al Creador, como causa universal e inteligencia
suprema y se encuentran desarrollados, en Él, en grado infinito, en todas sus
variantes y vertientes. Empero, también cada ser, en los cuatros reinos
naturales, es poseedor de los mismos atributos divinos del Creador Universal,
pero en grado potencialmente infinito, que eternamente desarrollará.
Cuáles son dichos valores universales? Se
pueden mencionar algunos: El amor, la prudencia, la justicia, la fortaleza, la
templanza, la belleza, la compensación, la igualdad, la afinidad, el
equilibrio, el orden, la armonía, la economía, la salud, entre numerosos otros.
Cada valor universal es el soporte de los
principios cósmicos; cada principio sustenta una ley universal. Cada ley
universal conforma, en su conjunto, la Ley Cósmica.
Dentro del desenvolvimiento de la realidad
del universo, algo es verdad cuando se encuentra enmarcada en los parámetros
del respectivo valor universal que le es inherente y que le rige. La verdad
universal siempre es inmutable, en el contexto atemporal, en grado infinito.
Sin embargo, la percepción personal de un ser
humano, de cualquier otro, en los cuatros reinos naturales, en torno a la
verdad universal, siempre es parcial y limitada; es un punto de vista que se
puede corresponder, o no, con la verdad, o realidad.
A medida que va trascurriendo el desarrollo
del ser humano, -o de otras especies-, sus estados de conciencia, y
comprensión, se van ampliando, en una eterna polarización, ad infinitum.
Esa es la razón por la cual es preciso
centrar la atención en el estudio de los valores universales, con el objeto de
ensanchar el estado perceptivo de la conciencia.
La verdad universal se va expresando, en la
propia conciencia, mediante el lenguaje de los sentimientos análogos a cada uno
de los valores. Cada uno de los valores conforma el abecedario de la verdad
universal. Estudiando aquellos, se percibe, gradualmente, ésta, sin límites
algunos, en el espacio y en el tiempo.
No es la propia opinión la que cuenta, sino
la percepción directa de la verdad universal guiada por los sentimientos que se
correspondan con los respectivos valores universales.
Este enfoque de la verdad universal se interrelaciona, exactamente, con la sabiduría de los valores universales, objeto de estudio de los seres en los cuatro reinos naturales, en el eterno ahora.
Este enfoque de la verdad universal se interrelaciona, exactamente, con la sabiduría de los valores universales, objeto de estudio de los seres en los cuatro reinos naturales, en el eterno ahora.
Adelante.
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