sábado, 22 de febrero de 2014

El plan de Dios para cada ser


El plan de Dios para cada ser

©Giuseppe Isgró C.

Cada ser nace con un plan de vida  elaborado por el mismo y aprobado por el concejo superior del planeta en que se vive; por cuanto, existiendo múltiples interrelaciones con una enorme cantidad de entes, el programa debe reflejar tanto los objetivos personales y colectivos que deben ser logrado, como las respectivas compensaciones en base al propio karma existencial.
El plan de vida contempla, en general, todos los aspectos existenciales de la persona en particular y de los que van a integrar su familia, reflejando diversos objetivos en el corto y en el largo plazo, por lo que, el ser que va a nacer, es probable que lo venga cumpliendo durante  muchos ciclos de vida.
El citado plan al ser aprobado por el Concejo Superior del Planeta, encaja en el engranaje cósmico del mismo y pasa a convertirse en un plan de Vida para cada quien, el cual, el espíritu, una vez encarnado, por la ley que rige el libre albedrío, podrá cumplirlo o dejar de hacerlo; podrá superar las pruebas que él se ha impuesto o no; puede realizar los objetivos y alcanzar las diversas metas y las que quedan pendiente deberá llevarlas a cabo en el siguiente  o sucesivos ciclos de vida.
En cada ciclo debe descubrir la misión de vida que trae como objetivo existencial, la cual contempla el plan de Dios.
 La meditación, acompañada de la profunda relajación física, mental y espiritual, permite la unificación de la conciencia, mediante la cual va percibiendo su plan de vida y los objetivos existenciales a los cuales, en cada época, deberá enfocar su atención, en su respectivo orden prioritario.
Está índole de objetivos existenciales irán aflorando en la conciencia mediante las intuiciones y las percepciones periódicas que va teniendo, así como por la fuerza de empuje y la de bloqueo, que, cada persona, va experimentando en el día a día, que le permiten estar a tiempo, en el lugar adecuado, haciendo la cosa correcta, en el momento oportuno.
Se requiere practicar la espiritualidad directa centrada en el Creador Universal, sin intermediarios, que permita adquirir conciencia de la conexión espiritual con el Creador Universal. Cada ser forma una UNIDAD perfecta e indisoluble con el Creador Universal, pero, muchas veces, interrumpe la conciencia de la misma. La práctica de la espiritualidad directa con Él, permite adquirir dicha conciencia perceptiva, haciendo aflorar la luz, la fortaleza y la sabiduría de los valores universales.
Es preciso percibir que Dios ha pensado en grande para cada ser. Por lo cual es necesario revalorizarnos en el propio concepto, por cuanto somos seres emanados de Él y formados de la misma naturaleza espiritual. Somos UNO con Él. Seamos UNO con Él, ese es el plan de Dios para cada ser. Tú, también, eres CREADOR.
AFIRMA: -con los ojos cerrados y centrado la atención en el punto de la cabeza donde nace el remolino de pelo-. Hazlo tres veces al día: en la mañana, a mediodía y en la noche, o en cualquier momento en que precisa adquirir conciencia de la UNIDAD. Recuerda, donde centra la atención se expande la conciencia. Si centra la atención en el Creador Universal, ADQUIRIRÁS CONCIENCIA DE Él y de sus atributos divinos.
1.          Entro en conexión espiritual con el Creador Universal. (Tres veces)
2.          Ahora estoy ya en conexión espiritual con el Creador Universal. (Tres veces).
3.          Formo una unidad perfecta con el Creador Universal. (Diez veces).

Adelante.



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