SOSTENIDOS
POR DIOS
©Giuseppe
Isgró c.
Dentro
del vasto universo, todo está sostenido por Dios, -el SER UNIVERSAL-, y guiado
por su inteligencia infinita, cuya previsión le ha llevado a marcar leyes
inmutables y eternas cuyos valores rigen toda acción en la vida y su ejecución
determina la práctica de todas las virtudes.
Empero,
cada ser vive y se mueve dentro de la sustancia cósmica y Dios es como el aire
que le sirve de sustentación movido por la propia voluntad, pero, su acción es
más eficaz cuando se hace participe de la voluntad divina y ejecuta el mandato
de evolucionar y hacerse maestro de la creación.
Es
allí, cuando enfrenta las pruebas de la vida, al igual que el viento en contra
con los aviones, le sirven para elevarse y emprender el vuelo progresivo de la
sabiduría.
Frente
a las circunstancias que el ser enfrenta, cuya visión debe desarrollar para
guiar sus cursos de acciones certeramente, el entusiasmo que le vuelve
incansable en la consecución de los logros, -personales y divinos- ese entusiasmo,
-es decir, Dios dentro del ser, le sostiene, inspira y guía en la superación de
todos los eventuales obstáculos que se le puedan presentar en el camino hasta
sus metas parciales y graduales, en la realización de la gran obra, en el
eterno presente.
Todo
motor trabaja incansablemente cuando está conectado con la energía eléctrica;
empero, se para al pasar el interruptor. Igual ocurre con el ser humano;
conectado con Dios, -el Creador Universal-, es sostenido por el flujo de su
abundancia divina, por el sosiego interior y por la voluntad invencible de la
voluntad potencialmente infinita que le transforma en actor decidido de su
destino en concordancia con los planes cósmicos. Es preciso centrar la mente en
Dios y sus atributos para que la conexión permita la canalización del poder
creador de Dios que sostiene en todos los embates de la vida, por cuanto, Él,
con tiempo, tomó las previsiones pertinentes, en todos los aspectos. Es preciso
hacer el trabajo según el plan divino; los recursos los pone Dios; la guía e
instrucción, también, siempre oportunamente, por medio de la inspiración dentro
de la conciencia.
Empero,
centrada la mente en el propio ego, es como pasar el interruptor a la energía
divina, quedando a merced, únicamente, de las propias fuerzas. Ya deja de ser
lo mismo. De lo divino se pasa a lo humano; es preciso permanecer en lo divino,
con lo cual se pasa a representar la totalidad del poder del Creador, por
supuesto, en el respectivo nivel acorde a la propia evolución y estado de
conciencia.
MEDITACIÓN:
Entra
en un estado de interiorización, relajando, previamente, el cuerpo, desde los
dedos de los pies a la cabeza.
Relaja,
también, la mente, imaginando escenas de calma, en la naturaleza, como un lago
de aguas serenas. Imagínate de espaldas, en el agua, en la quietud del lago, en
completo estado de relajación.
Imagínate
que una nube blanca se acerca y te envuelve. Da por hecho, como convención
mental, de que es Dios que te envuelve. Siéntete en completa conexión con el
CREADOR UNIVERSAL.
Ahora,
afirma, en silencio, en torno a treinta veces, o más, sin contar, para
conservar la concentración:
PUEDO VIVIR
DE ACUERDO CON LA VOLUNTAD DEL CREADOR UNIVERSAL.
·
Repítalo
sosegadamente, sin esfuerzo alguno, buscando la conexión con la voluntad del
Creador Universal. La mente lo hace por sí sola si no interfieres. Déjate ir,
con confianza; te encuentras dentro de la fuente y con total seguridad.
Conserva tu estado perceptivo abierto y observa solamente sin esperar nada.
·
Al final,
termina con la pregunta: -¿Cuál es la voluntad de Dios, -el Creador Universal?
·
La
meditación sostenida con esta técnica irá expandiendo tu conciencia perceptiva,
y gradualmente aflorarán ideas que sería interesante vayas anotando en un
cuaderno.
·
Evidentemente,
la voluntad del Creador Universal está plasmada dentro de la Ley Cósmica y los
valores universales inherentes. Él es poder creador que se canaliza en cada ser
de los cuatro reinos naturales. Él es sabiduría que inspira en forma de
sentimientos análogos a los valores universales, dentro de la conciencia. Él
sostiene al ENTERO UNIVERSO.
·
Dentro del
Universo, nos sostiene a cada quien, a menos que pasemos el interruptor del
flujo de la energía divina y de la sabiduría de los valores universales en
forma de luz.
·
Que nuestro
firme propósito sea VIVIR EN CONEXIÓN CON EL CREADOR UNIVERSAL, de acuerdo con
su voluntad divina.
¿Existirá
algo mejor?
Adelante.